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martes, 3 de abril de 2012

Wrestlemania XXVIII: mi verdad

Una imagen que ya es HISTORIA del wrestling. Así con mayúsculas. 

Bueno, pues un año más y una noche de sueño perdida más por seguir el evento más grande de la temporada. Y como cada año no sé muy bien qué pensar. Casi siempre salgo con la sensación agridulce que me suele dejar la WWE: cosas buenas, cosas sensacionales, cosas malas, cosas espantosas. Lo cierto es que desde Wrestlemania XX acabo por tener la misma incómoda sensación, que por grande que haya sido lo grande, podían haber hecho más. Supongo que será que de natural soy un gruñón, y que me cuesta quedarme con lo bueno y pasar por alto lo demás. 

Y eso es lo que ha sido, una vez más, Wrestlemania XXVIII. Como casi todas las diez últimas, combina momentos que te recuerdan por qué demonios estás despierto a las tres de la mañana delante de un ordenador para ver a tíos en pijama simulando darse hasta en el cielo de la boca, con situaciones de vergüenza ajena que te hacen querer mandar a tomar por culo a McMahon y a la madre que lo parió. No creo estar hablando en chino precisamente. 

Vayamos por partes. Primero el Sheamus-Daniel Bryan por el título mundial pesado, supuesto segundo título en importancia de la empresa. Y digo supuesto porque después de basuras como esta, resulta complicado que uno se crea que los campeones son tipos a tener en cuenta. Qué bonito, meses construyendo el personaje de Bryan, y construyéndolo bien además, echados por la borda en menos de un minuto. Eso es la WWE actual señores: capaz de destruir de un plumazo cortoplacista lo poco bueno que levanta con tanto esfuerzo. De pegarse un tiro en el pie, vamos. Un tipo que lo ha dado todo, que nos ha callado la boca a todos los que no veíamos en él más que a un buen luchador técnico, al que encima le han respondido los ratings. Y le pagas así, haciendo que pierda en diez segundos con otro al que, insisto, aprecio, pero que a día de hoy no está over para ser campeón. No creo ni que esté tan over como Bryan siquiera. 

viernes, 30 de marzo de 2012

Westlemania preshow

Otra entrada, otra violación del copyright

¡Sí, ya lo sé, ya lo sé! Precisamente en la víspera del show más importante del mundo del wrestling os dejo con los dientes largos y freno en seco la actividad del blog. ¡Algo que podría equivaler además a una suerte de suicidio publicitario! Si no capto lectores ahora, ¿cuándo voy a hacerlo si no? Bueno, pues me disculpo de todos modos. Como ya dijese allá a comienzos del mes de febrero actualmente me encuentro pluriempleado y mi tiempo libre se ha reducido drásticamente. En las primeras semanas pude sacar tiempo para publicar un par de entradas, una de las cuales además se ha convertido en un tiempo record en la más leída en la historia del blog. Y mi compa Adolfo de Jugando Pachangas me echó una mano con una exclusiva crónica de un house show desde la ciudad en la que reside, Buffalo. Pero desde entonces he pasado un pico de curro que me ha hecho totalmente imposible siquiera pasarme por el blog a diario. Mucho menos publicar un par de entradas que tenía pensadas para el Road to Wrestlemania, una dedicada al papel de los famosos en el wrestling y otra de la serie Mis combates favoritos, amen de hacer un seguimiento a los compases previos a la propia WM. Obviamente, todo ello deberá esperar a después del evento de eventos.

De hecho, por momentos dudé de que fuera a poder ver la Wrestlemania en vivo, como tengo por tradición desde hace muchos años. Chicos, trabajo los siete días de la semana, y cuatro de esos días me levanto a las 7 y llego a mi hogar a las 22.30. Como comprenderéis mi cuerpo no aguanta más y no puedo dedicar mis escasas horas libres a otra cosa que no sea mi mujer y vegetar todo lo que puedo. Por fortuna, la Semana Santa me libra por unos días de las clases, así que podré mantener mi rito anual de ver WM en vivo y ofrecer un poco de mi sabiduría luchística a la legión de fans del blog.

Dejando ya a un lado el lloriqueo y entrando en harina, he de decir que una vez más la WWE nos ha dado la de cal. Tras un Road to Wrestlemania que hasta Elimination Chamber fue poco menos que calamitoso, han remontado un poco el vuelo. No sólo han conseguido una cartelera más que apañada, sino que además le han metido chicha a las rivalidades para subir el interés. Y no sólo a las principales, sino a prácticamente todas, salvo un poco el Bryan-Sheamus, que por ser por un título mundial debería haber tenido algo más de peso (y sí, reconozco que me equivoqué afirmando que meterían a más gente en el combate, pero si es para bien de ambos y sobre todo de Bryan me alegro), y el Kane-Orton que se lo han sacado un poco de la manga porque ninguno de los dos tenía mucho que hacer de cara a WM. Las demás storylines, bien o muy bien.

martes, 13 de marzo de 2012

Evento Interblog: Crónicas desde Buffalo



Como estará la WWE de despistada que ni capaz es de llevar a la maciza de Beth a su ciudad natal

Como os anuncié hace unas pocas entradas me he pluriempleado y estoy absolutamente saturado de trabajo. Hay un par de entradas que tengo muchas ganas de escribir, y por supuesto me encantaría continuar con el seguimiento al Road to Wrestlemania. Pero ahora mismo me es absolutamente imposible. ¡No sé cuánto voy a poder actualizar de aquí a junio! 

Para calmar un poco vuestro hambre y asegurarme de que no me abandonáis, mi colega Adolfo y yo os hemos preparado algo muy especial: nada menos que un evento inter-blog. Para quien no lo conozca, Adolfo es un asturiano universal, sufrido hincha del Sporting de Gijón, bioquímico de profesión y autor del muy recomendable blog JUGANDO PACHANGAS, melting pot donde nuestro héroe habla de fútbol, comics, pelis y de la vida en general con humor y maestría. 

Como muchos talentos antes, y tantos otros que probablemente le seguiremos, Adolfo se ha visto obligado a emigrar para encontrar un empleo digno de su formación. Y como suele suceder, han sido los Estados Unidos los que han recibido con los brazos abiertos a un investigador cuya formación se han ahorrado, pero que ahora se disponen a aprovechar (¡me oís inútiles políticos españoles!). El caso es que Adolfo tuvo la oportunidad de disfrutar de un house show de RAW en su localidad de residencia, Buffalo, segunda mayor ciudad del estado de Nueva York. Este blog tiene el privilegio de que nos haya escrito una crónica del mismo, escrita con su finura y buen gusto habituales. ¡Disfrutad del viaje!
  

miércoles, 22 de febrero de 2012

Crónica de una decepción anunciada

Kofi a lo suyo: algunos spots espectaculares y un buen rato haciendo de saco de boxeo humano

Ay,  ay, ay, qué vamos a hacer contigo WWE. Si es que la culpa es nuestra, por ilusos. Si la cosa tenía ya muy mala pinta, ¿por qué iba a ser diferente a lo que esperábamos? Pues porque sí, porque los fans del wrestling somos así. Este negocio es una pasión y no nos queda otra que ilusionarnos, aunque sea con poquito. Y luego, venga palo, venga otro palo. Y siempre volvemos a por más. Es como estar enamorado de una mala pareja (no hace falta concretar género, mejor ahorrarnos suspicacias innecesarias), de esas que te ponen los cuernos y sabes que volverá a hacerlo. Pero tú te engañas, y cada vez te dices a tí mismo que esta vez es diferente, que esta vez cambiará. Pero claro, nunca lo hacen. Es una jodida situación sin salida.

Ser fan de la WWE en estos oscuros tiempos es tal que así. En la última entrada expuse los motivos por los que no me gusta Elimination Chamber, no el gimmick match, sino el PPV. Dije y me reafirmo que está deteriorando a pasos agigantados el Road to Wrestlemania. Pero acabé pidiendo a la empresa de los McMahon que ya que no hacen las cosas como deberían, por lo menos que se currasen este PPV. Mira que prepotente, dirán, diciéndole a McMahon lo que debe hacer. Probablemente sea así, pero qué queréis que os diga, como aficionado que se deja mucha pasta en la WWE me siento en ese derecho. En el derecho de exigirles calidad. ¿Querías calidad? Toma siete tazas.

Vaya PPV malo, lo cual no me enfadaría tanto (al fin y al cabo la WWE hace decenas de PPV's malos) si no fuera porque Wrestlemania está a sólo 6 semanas. Que forma de enmierdar su propia leyenda, cojones.¿Por dónde empezar? Difícil, hay tanto que criticar... A ver, así para ir calentando se han cargado la rivalidad entre CM Punk y Chris Jericho. Sin más paños calientes lo digo. Desde el momento en que les pusieron juntos en la Chamber, la cosa tenía mal arreglo, porque si querían vender su enfrentamiento en Wrestlemania como algo épico y único ninguno de los dos podía perder. Pero claro, uno tenía que hacerlo. ¿Cuál es la decisión? Tirar por la calle de enmedio: Punk hace quedar a Jericho como una nena y santas pascuas.

domingo, 19 de febrero de 2012

Elimination Chamber

Un combate brutal en un mal momento

Bueno, pues lo voy a decir ahora, unas horas antes de que empiece el PPV: no soy nada fan de Elimination Chamber. No tanto del gimmick match como del PPV que desde 2008 secunda al Rumble en el camino a Wrestlemania. Y no me gusta por varias razones. Primera y principal, en mi opinión devalúa notablemente la victoria en el Royal Rumble. O sea, llevas casi veinte años vendiéndome que ganar el Rumble es la hostia porque así das a un luchador la oportunidad de pelear en el main event de Wrestlemania por lo máximo: el campeonato del mundo. Pero ahora, pones en medio de los dos acontecimientos un PPV en el que aparte del ganador del Rumble y los dos campeones hay otros siete luchadores que pueden optar a ganar uno de los dos grandes cinturones y llegar al gran evento en tan privilegiada posición. Es evidente que así no hay forma de que sigamos tragándonos que ganar el Rumble es una oportunidad única.

Y diréis: ¡no es lo mismo tener una oportunidad por el título en Wrestlemania que en cualquier otro PPV! Y os diré: sí, pero si sales de la Chamber como campeón, llegas como campeón a WM. Ergo, al final, es mejor ir a la Chamber que ganar el Rumble. Por no mencionar que, como ya hemos dicho por aquí, hace tiempo que quién gana el Rumble, ni va al main event de Wrestlemania, ni consigue hacerse con campeonato alguno. Mal, muy mal.

En segundo lugar, el tener Elimination Chamber en febrero retrasa el inicio del Road to Wrestlemania un mes. Antiguamente las storylines principales de cada Wrestlemania se fraguaban, como poco, a partir del Rumble. Eso daba tres meses de ángulos importantes, aunque unos se desarrollasen mejor que otros. Desde que hay PPV en febrero han ido dejando hasta después de pasado este el comienzo de muchas de las historias que deben desembocar en el evento más importante del año. Y desde que ese PPV es Elimination Chamber, más. Sinceramente, no es lo mismo tener 40 que 120 días de historias interesantes. La Wrestlemania es cada vez menos Wrestlemania, como el Rumble menos Rumble, Summerslam menos Summerslam y Survirvor Series menos Survirvor Series.

lunes, 13 de febrero de 2012

Y a todo esto...

No sería la primera vez que resurgiera de sus cenizas...

Desde que escribí la entrada sobre la retirada del Taker no hago más que pensar en una posibilidad que no había tenido en cuenta: ¿y si no fuera a retirarse este año? 

Yo he dado por hecho que esta sería su última Wrestlemania por dos razones. Primera, porque lleva casi doce meses tratando de recuperarse de un solo combate. Segunda, que de ganar otra vez en el evento más grande del mundo del wrestling (que lo hará) dejará su marcador en 20-0, un número redondo, ideal para dar carpetazo a su ilustre y brillantísima carrera.

Pero, ¿y si aún le queda gasolina?, ¿y si le preservan sólo para unos pocos momentos seleccionados cada año, uno de ellos Wrestlemania claro está? Cuesta creerlo. Cuesta creer que su cuerpo vaya a dar para tanto y que el mismo Deadman acepte ser una caricatura de sí mismo. Cuesta creer que se arriesguen a que padezca una lesión grave. Porque además, si le mantienen no va a ser para un solo año más, sino como poco para que llegue a Wrestlemania XXX. Y quedan más de dos años para eso. Demasiado arriesgado creo yo.

Claro que todo es posible en la WWE. Espero que esta vez no, porque no quiero ver a otro de mis ídolos arrastrando su leyenda machacada por la edad y los dolores.

martes, 7 de febrero de 2012

La racha


Hágase la luz, pase otra víctima.

Quizá haya otros aficionados veteranos que puedan corregirme, pero no recuerdo que nadie hablase demasiado de la racha imbatido del Deadman en el evento más grande del año hasta el 10-0 contra Ric Flair en Wrestlemania X-8. Hasta ese momento no se le prestaba demasiada atención. La presencia del Taker siempre ha sido un atractivo en el cartel de WM, claro. Pero hasta aquel año, la posibilidad de emborronar el inmaculado curriculum de The Phenom en la Superbowl del wrestling no suponía valor añadido alguno. Es natural. Al fin y al cabo, hay muchos luchadores que no han perdido en Wrestlemania y nadie parece reparar en ello. Rob Van Dam y Earthquake nunca fueron derrotados en el evento de eventos, por ejemplo. Edge llegó a estar 5-0, pero no fue hasta 2006 que este hecho empezó a usarse en storylines (curiosamente, después perdió durante cuatro años consecutivos). No es algo que se haya planificado, simplemente sucedió. Hasta que todos nos dimos cuenta de lo que significaba llevar un 10-0, y la cosa empezó a adquirir vida propia.

Como tantas otras cosas en la carrera del Taker, no puedo evitar sospechar que la racha ha sido cuestión de suerte. De hecho, podría haber acabado antes de empezar. Las leyendas cuentan que el bookeo original de Wrestlemania VIII contemplaba que el Ultimate Warrior venciese limpiamente a nuestro querido Deadman (¡quién se iba a imaginar entonces que el Taker iba a acabar teniendo un legado muy superior al del Warrior!). Pero los imponderables hicieron que todos los planes para aquella Wrestlemania se reescribiesen a última hora, y que un Phenom recién cambiado a face se las viera con el cara de piedra de Jake "The Snake" Roberts, que entonces apuraba sus últimos momentos en la empresa de los McMahon. Y de ahí a la eternidad...

Desde Wrestlemania X8, como decía, la cuestión de la racha empezó a adquirir los tintes épicos que hoy nos son tan familiares. Y ha obligado a los creativos a enfocar de otro modo las rivalidades del Deadman en el acontecimiento central de la temporada luchística. Ya no es tan factible lanzarle el grandullón de turno para que el Taker le machaque y mandar a la gente contenta a casa, que es lo que de un modo u otro había sucedido hasta 2002. No, nadie se tragaría que un Great Khali, un Viscera o un Brodus Clay pudiera quitarle el invicto al Deadman. La racha perdería valor y dejaría de dar tantos dólares, que es de lo que va todo esto en última instancia.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Reflexiones de urgencia sobre el Rumble

El spot curioso de cada Rumble. Los jodíos siempre consiguen colarte una.

Bueno, pues ya he visto el Rumble y el RAW posterior y se imponen algunos comentarios. Sobra decir que a partir de aquí hay spoilers, así que quién no lo haya visto y quiera mantener el suspense, que se lea la entrada en una semana (no voy a decir que no la lea, claro). ¿Estamos todos? Bien.

En general me ha parecido un evento correcto, sin más. El combate del world heavyweight championship bien, deja de nuevo en buen lugar a Daniel Bryan. El de CM Punk y Dolph Ziggler muy bueno, aunque me da rabia que no les dieran diez minutos más para echar la casa abajo, porque cada vez que se encuentran saltan chispas. Sobre todo si usan esos diez minutos en dos combates no anunciados y que no interesaron a absolutamente nadie. En fin, dejémoslo de lado, porque es de esas cosas en las que parece que la WWE encalla una y otra vez, inasequible al fracaso. Como digo, con diez minutos más, Punk y Ziggler habrían dado el primer candidato a combate del año (si no lo es ya este), y cojones, a Dolph le hubiera venido de perlas para elevar su estatus definitivamente a candidato creíble. Le veo ganando Money in the Bank en Wrestlemania, a él o a Cody Rhodes, los dos luchadores que, junto al propio Bryan, más están creciendo en los últimos tiempos.

Lo de Cena y Kane... bueno, el combate estuvo bien a secas. Lo que me sigue molando es la historia que están desarrollando los dos, y que progresó adecuadamente tanto en el Rumble como en RAW. Tengo curiosidad por ver a dónde la llevan, aunque insisto en que no será a un turn heel del Marky Mark del wrestling. De hecho, mucho me temo que acabarán haciendo que Cena salga fortalecido del trance, habiendo superado su lado oscuro, un poco como una versión cutre de Star Wars o del Batman de Arkham Asylum. Pero por el momento me tienen intrigado.

sábado, 28 de enero de 2012

Noticias breves

Una apuesta al final de la entrada (sé un par de cosas sobre marketing)

Como dije hace un par de entradas, estamos en la temporada clave en el año luchístico, y las noticias se acumulan. Voy a hacer una breve entrada-escoba para tratar algunas cosillas. Como veréis, también voy a trazar una pequeña hoja de ruta de lo que serán los próximos temas a tratar en el blog de aquí seguramente hasta Wrestlemania, aunque los que ya me conocéis sabréis que cambio de planes con frecuencia, así que no os lo toméis como algo escrito en piedra. Vamos allá.

Lo primero, he de reconocer que me está gustando la WWE en las últimas semanas. Sin tirar cohetes, pero sí. Están lejos de engancharme, y estoy demasiado curado de espanto como para dejarme llevar por la ilusión de nuevo, pero al menos han logrado remontar un poquito el lamentable nivel de la segunda mitad de 2011. Me gusta el ángulo de Kane y John Cena. Me gusta el feud de CM Punk y Laurinaitis. Me gusta el misterio en torno a Jericho. Me gusta el reinado de Daniel Bryan como campeón. Me gusta como están creciendo Cody Rhodes y Dolph Ziggler. Me gusta que no tengamos claro el ganador del Rumble. Me gusta que R-Truth y The Miz tengan una storyline midcard. Me gusta que Wade Barrett vuelva a tener cierta importancia, aunque él no me acabe de convencer. Me gusta que Sheamus siga por ahí, aunque tampoco sea su mayor fan. Y parece que va a volver un Orton más agresivo y cabrón y eso también me gusta.

Por supuesto, no me gusta que tengamos que tragarnos ahora que Triple H vaya a echar al hombre que a su vez le echó, rizando de nuevo el rizo de la storyline en torno al control de la WWE. No me gusta que lo que está pasando ahora entre CM Punk y Laurinaitis debió haber sucedido hace siete meses, cuando el de Chicago estaba ultra over como rebelde frente al establishment de la WWE. No me gusta que rompieran Awesome Truth de la noche a la mañana. No me gusta que a pesar de todo Cena siga siendo tan bueno que quiera proteger a Zack Ryder. No me gusta que sigan sin decidirse a construir una división tag y femenina decentes. No me gusta que hayan hecho campeón a Daniel Bryan de un día para otro cuando entre Money in the Bank y TLC no habían hecho nada con él. No me gusta que se tirasen casi todo el año pasado construyendo a Mark Henry como un monstruo heel y como campeón creíble sólo para que ahora vuelva a pasar a cierto ostracismo. No me gusta que hayan promocionado más los combates individuales que el Rumble en sí.

lunes, 23 de enero de 2012

El final se acerca...

Dios, me va a costar acostumbrarme a ver wrestling sin él

Cada época y cada cultura tienen sus propias formas de organizar el tiempo. La influencia de la industria cultural en la nuestra hace inevitable que uno tienda a medir las etapas de su vida en función de la evolución de las modas, las tendencias y los personajes que van pululando por el imaginario colectivo del mundo globalizado. Por ejemplo, la primera vez que tuve consciencia de haber cerrado una etapa de mi vida fue cuando se retiraron Michel y Laudrup. Hasta entonces nunca había asistido a la retirada de unos jugadores que había visto debutar, nunca hasta aquel momento había sido consciente de haber presenciado el ciclo entero de una carrera deportiva. Desde aquel día no puedo evitar reflexionar sobre mi propia vida cuando cuelga las botas un jugador de fútbol o baloncesto al que he visto dar sus primeros pasos. Sientes que envejeces cada vez que pasa.

Claro, eso me pasa también con el wrestling. Sin embargo, hasta ahora ha sido algo distinto, porque la mayor parte de los luchadores que han significado algo en mi vida o bien debutaron antes de que me enamorara del wrestling (Hulk Hogan, Randy Savage, Ric Flair, Bret Hart...), o bien han tenido retiradas algo prematuras por una cosa o la otra (Steve Austin, The Rock, Edge, Batista...). La sensación de ciclo cerrado, de cierre de toda una era, no es tan fuerte para mí. Sin embargo, según nos acercamos a Wrestlemania XXVIII se va haciendo cada vez más aterradoramente real la retirada de The Undertaker. Y eso ya es harina de otro costal. 

Sí, ya sé que dije en otro post que le daba ya por retirado. Pero una cosa es pensarlo y otra experimentarlo, como los problemas que trae escribir un blog. Tío, yo estaba allí el día que The Undertaker debutó en Survivor Series 1990 y aquí voy a estar el día en que definitivamente se marche. Entonces era un niño de once años y hoy soy un hombre de treinta y tres, veintidós largos años entre medias. Y él siempre estuvo allí. Sabías que algún día se marcharía, pero pasaban los años, e incluso las épocas del wrestling, y él permanecía, como una constante. Veintidós largos años. Muchas vidas no duran tanto. Da que pensar.

domingo, 15 de enero de 2012

¡Ya está aquí el Hall of Fame!

Yo también puse esa cara al enterarme de la noticia.

Bueno, pues ya estamos en carrera. Empieza la temporada más excitante para todos los fans del wrestling, la que va desde el principio del nuevo año a Wrestlemania, pasando por el Royal Rumble. Tan especial es que ni los desmanes de la actual WWE consiguen hacernos desistir de nuestra ilusión. Da igual que hace años que ganar el Rumble no sea tan significativo como antes (en los últimos seis años el vencedor sólo ha ido al Main Event de WM una vez, y hace cuatro que no se traduce en un cambio de cinturón). Da lo mismo lo buena o mala que sea la Wrestlemania, si bien en rigor hay que decir que tres de las últimas cuatro han estado bastante bien. Es indiferente lo currado o no que esté el Road to Wrestlemania. De un modo u otro, los fans seguimos esperando con nerviosismo como se desarrollan estos tres meses largos, qué sorpresas nos aguardan, qué feuds y combates pugnarán por entrar en la leyenda. Por desgracia, parece que sólo los die hard fans mantenemos ese interés, porque los ratings no remontan pese a que suelen dar un subidón en esta parte del año. Preocupante, aunque no sorprendente.

En cualquier caso, yo tengo particular devoción por un evento que a otros les parecerá menor: la ceremonia del Hall of Fame. Soy tan fan del Hall of Fame que me compro todos los años el DVD de Wrestlemania sólo por tener la ceremonia completa. No tengo que explicar una vez más mi devoción por las leyendas, ni que decir de nuevo lo mucho que echo de menos el wrestling de eras pasadas, lo cual es de por sí un motivo más que sobrado para que espere con impaciencia la ronda anual de introducidos al Hall of Fame. Pero es que de verdad admiro esta institución tan usamericana.

En general, el respeto por quienes han precedido a las estrellas del presente me parece una de las tradiciones más admirables de los EE.UU. Supongo que responde a esa necesidad de construirse una historia gloriosa que tienen los yankees habida cuenta de su corta vida como país, cuestión que a poco que rascas te das cuenta que sigue produciéndoles cierto complejo de inferioridad respecto a los europeos. También a esa cultura del triunfador, que premia a quién trabaja duro, llega alto y se hace un hueco en la historia por sus propios méritos. Sea como fuere, me parece sanísimo homenajear de ese modo a quienes han destacado brillantemente y han hecho progresar una disciplina, proporcionándoles así una cierta inmortalidad. Es algo que me ha llamado siempre mucho la atención, y que por desgracia no tenemos en España, donde lo habitual es que las únicas figuras que quedan en la memoria pública son las de los poderosos (políticos, reyes o aristócratas por regla general), con independencia de los méritos que acrediten. 

lunes, 9 de enero de 2012

Algo más sobre las parejas

¿Quiénes iban a encabezar si no esta entrada?

Redundando un poco en el último post, llevo unos pocos días repasando algunos combates de parejas de eras pasadas y joder, me reafirmo en la nostalgia. Me gustaría abrir debate, ¿de verdad no interesa ya el wrestling por equipos o es que han hecho que no nos interese a base de marginar esta modalidad de lucha? Como dije en el post anterior, para que el wrestling de tag teams sea exitoso hacen falta parejas de talento, tiempo para desarrollar combates y un buen booking que le de la importancia que merece. Veamos.

En la última década la WWE ha formado equipos como Billy y Chuck, 3 Minute Warning, Los Guerreros, The World Greatest Tag Team, La Resistance, The Basham Brothers, MnM, The Rednecks (Lance Cade y Trevor Murdoch), Paul London y Brian Kendrik, The Pitbulls (Jaime Noble y Kid Kash), Mexicools, The Highlanders, The Blue Bloods (William Regal y Dave Taylor), Cryme Tyme, Deuce'n'Domino, los Major Brothers/Edgeheads (Zack Ryder y Curt Hawkins), The Legacy (Cody Rhodes y Ted Dibiase Jr.), The Dirt Sheet (John Morrison y The Miz), los Hermanos Colón, The Hart Dinasty, The Nexus, The Usos o Air Boom. Es verdad, pocos de ellos tenían potencial para alcanzar el brillo de los grandes tag de antaño, pero sin duda algunos de ellos lo tienen y de forma sobrada. Y de hecho, algunos como The World Greatest Tag Team, MnM, Paul London y Brian Kendrik o The Dirt Sheet han estado muy cerca, y otros como The Hart Dinasty, The Nexus, los Hermanos Colón, The Legacy o The Rednecks tenían calidad más que de sobra para haber peleado por ello. Más aún, sólo con un cuarto de todos estos equipos tendríamos una división por parejas más que decente, de hecho diría que simplemente espléndida.   

Así pues, no es un problema de talento. ¿Será de interés? Mmmm... ¿Acaso no nos moló aquella potente división tag de Smackdown! en la gloriosa época en la que Paul Heyman era su booker principal, allá por 2002-3? No creo que no haya ni un solo fan de la WWE que no vibrase con los enfrentamientos entre Los Guerreros, Edge/Rey Misterio, Chris Benoit/Kurt Angle y The World Greatest Tag Team, que pareció justificar por un momento la extraña idea de tener dos cinturones por parejas diferentes.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Stone Cold, el wrestler definitivo

Lo admito: soy orgulloso poseedor de esa bellísima camiseta.

Es verdad, lo confieso, me costó coger cariño a Stone Cold. Corría 1997 y mis padres se pusieron el Canal Satélite Digital. Yo llevaba cerca de tres años gastándome auténticas fortunas en VHS y revistas americanas con las que mantener de modo precario mi afición al wrestling, acción incomprendida y recurrentemente criticada por mis padres y en general todo mi entorno. Bueno, ahora pasa lo mismo, pero con esto de Internet te sientes menos solo. El caso es que en Sportmanía, un canal de deportes de la mencionada plataforma digital, ponían RAW y en el canal alemán DSF Nitro y Thunder. Las Monday Night Wars estaban en su apogeo e Internet empezaba a dejar de ser ciencia-ficción. Gran momento para ser fan del wrestling.

Ya en aquellos tiempos cualquiera que tuviera ojos en la cara veía que Stone Cold Steve Austin iba a ser la siguiente gran superestrella y que iba a conseguir el campeonato en Wrestlemania XIV. Las ovaciones que se llevaba cada vez que salía eran absolutamente descomunales, y el push que estaba recibiendo iba en consonancia (¡parecía que estaba en todas partes el muy cabrón!). Pero ahí seguían mis dos luchadores preferidos Bret Hart y The Undertaker, además de otros muy queridos por mí como Owen Hart, The British Bulldog o The Legion of Doom (no desde luego Shawn Michaels, ¡cómo le odiaba por aquel entonces!). Aquel calvorota les estaba robando la estrella a todos ellos, y eso era algo que ni entendía, ni me resignaba a aceptar.

Me costaba reconocer en ese redneck feroz y malcarado al luchador que había conocido como Stunning Steve Austin en la WCW de principios de los 90. Recordaba que en la empresa de Ted Turner, Austin ejercía del clásico heel arrogante pero cobardón. Era un gran midcarder, que orbitaba en torno a los prestigiosos títulos USA y TV, que había tenido un par de buenos feuds con Barry Windham y Ricky Steamboat y que había ejercido un digno papel de segundón en aquella saga de Sting contra la Dangerous Alliance. La verdad sea dicha, apuntaba maneras. Pero en modo alguno llegué a pensar que podía levantar a miles de personas de sus asientos con el simple sonar de unos cristales rotos, menos aún ejerciendo de outlaw con pintas de camionero. ¿Qué había pasado para que se operara semejante transformación?

jueves, 1 de diciembre de 2011

Ricky Steamboat “The Life Story of a Dragon”, una crítica



Incluso un entretenimiento como el wrestling admite pluralidad de gustos. Hay tantos gustos como estilos de lucha diferentes. Algunos prefieren a los luchadores más ágiles y técnicos, otros los grandes y fuertes, otros tantos los espectaculares y carismáticos, y otros como yo preferimos una adecuada combinación de todas estas virtudes. Es difícil encontrar un luchador que todos, absolutamente todos los aficionados coincidamos en admirar y señalar entre nuestros favoritos. Pero si hay uno ese es sin duda Ricky Steamboat.

Como casi todos los fans españoles de mi edad, tuve mi primer contacto con el mundillo en 1990, de la mano de Tele 5. Así que conocí a Ricky Steamboat en su peor etapa, cuando, en uno de sus muchos momentos poco inspirados, Vince McMahon contrató a uno de los más grandes de la historia para llevar un ridículo disfraz y escupir fuego. Aún así, su estilo dentro del ring nos cautivó. Poco después, en un especial navideño, nos ofrecieron su legendario combate con Randy Savage en Wrestlemania III y ya para siempre se clavó en mi retina. Tras su marcha de la WWF seguí su carrera en las Pro Wrestling Illustrated que me compré en aquel tiempo (y que me costaban una pasta, aunque a cambio aprendí mucho inglés intentando entenderlas), alguna de las cuales incluía un especial de Ricky. Allí me enteré de su mítica rivalidad con Flair y de la admiración unánime que despertaban los combates entre ellos, así como de otros feuds legendarios anteriores y posteriores. Por supuesto me esforcé en conseguirlos, gastándome otro dineral en el proceso, algo que en la era de YouTube parece un poco estúpido, pero que en aquel entonces era la única manera de mantener la afición.

En general parece estúpido gastar dinero en comprar cualquier cosa original en estos tiempos (salvo a Sinde y demás tiburones de la SGAE claro está), pero cuando vi que en Silvervision tenían el DVD de Ricky en oferta no me lo pensé. Y creedme que fue un dinero bien gastado.


Desde que vi esto siendo un canijo, no he podido olvidarlo

Este The Life Story of a Dragon tiene la estructura clásica de los DVD editados por la WWE: un primer disco ocupado por un documental y algunos extras, y otros dos llenos de combates. El docu, todo hay que decirlo, dista de ser el mejor que ha editado la empresa de Connecticut. Es bastante corto y en general demasiado apologético, pasando de puntillas por aspectos polémicos, como las razones por las que Steamboat no renovó por la NWA en 1989, tras su antológico feud con Ric Flair. Quizá lo que más aporta es la verdadera razón por la que Ricky perdió con tanta rapidez el título Intercontinental ante un wrestler tan menor como The Honky Tonk Man. Al parecer el siempre familiar Ricky pidió a Vince un tiempo de descanso para poder estar con su esposa durante el nacimiento de su primer hijo, lo que equivalía a renunciar al cinturón Intercontinental.

En general esta es una idea que se repite varias veces en el documental: si Ricky ha acabado un pasito por detrás de los grandes nombres de este negocio pese a su descomunal talento, y a contar con una gran popularidad entre los fans, es porque siempre prefirió mantener una vida familiar sana a alcanzar la cima a toda costa. Al contrario que otros, eligió pasar más tiempo con su esposa y su hijo en vez de estar 300 días al año en la carretera. Además, tomó la sabia decisión de retirarse mientras aún era relativamente joven. Eso ha preservado su cuerpo del maltrato de las lesiones, el dolor constante, los calmantes y los esteroides, lo que por fortuna hace poco probable que su nombre engrose la tristemente larga lista de luchadores muertos antes de tiempo. En fin, un tipo con cabeza, aunque eso le haya costado no estar más alto en el Olimpo del wrestling.

El primer disco se completa con una serie de promos y viñetas extras con entrevistas cortadas del documental. Respecto a las primeras, están bien escogidas y son representativas del personaje, habida cuenta de que el micro nunca fue su fuerte. Las segundas, como casi siempre, sobran por completo y no aportan absolutamente nada.

Aquí en el momento cumbre de su histórica carrera... Que bonito es ese jodido cinturón.

De todos modos, si uno se compra un DVD de Ricky Steamboat es por los combates, y en efecto en esto las expectativas se colman de sobra. Las peleas oscilan entre lo muy bueno y lo absolutamente sublime. La selección es casi perfecta, estando todos los combates que han definido la carrera de este gigante del ring. Mi única duda es la pelea con Don Muraco, porque con la fama que tiene su feud me extraña que sea la mejor posible, pero como no he visto otras de la serie he de dejarlo aquí. Por otro lado, destacar el combate con Jake Roberts, un prodigio de psicología y storytelling, como no podía ser de otro modo teniendo en cuenta los implicados. Le hace a uno añorar tiempos mejores.

La verdad es que ver luchar a Steamboat es una auténtica delicia. Su elegancia y fluidez de movimientos son asombrosas. El mejor armbar, el mejor flying bodypress y el mejor inside cradle de la historia, entre otros muchos moves de una plasticidad tremenda. Cada combate, además, es distinto al anterior, como si repetirse fuera pecado. De hecho, creo que en cada pelea se saca un movimiento que no le habíamos visto en ninguna de las anteriores. La pera, vamos. Pero si algo distingue a un titán como Steamboat de muchos spotmonkeys x-divisioneros de hoy es que todo ese despliegue de talento se pone en todo momento al servicio de la historia que se quiere contar. Cada rival y cada combate tienen su ritmo, su psicología, su punto justo, su sentido propio. Wrestling puro, le pese a quien le pese. En esto Steamboat era un auténtico artista.

 ¿El mejor feud de la historia? Sí.

Por supuesto, las dos mayores joyas del DVD son sendas peleas de una hora con su archirrival Ric Flair. La primera, de Boogie Jam 1984, sin duda pertenece a otra época. Nada menos que media hora se tira Flair intentando librarse de un headlock de Steamboat, y en ningún momento te aburres. Una habilidad que, maldita sea, se ha perdido hoy día. La única pega es que está sobrecomentado por Steamboat y Matt Striker, que hablan de todo menos del combate, distrayéndote de lo que sucede en el ring. Tenían que haberlos dejado como comentarios alternativos. Por cierto que entre las muchas cosas de las que hablan, algunas más interesantes que otras todo hay que decirlo, está lo que parece el enésimo shoot a Hulk Hogan. Y digo parece porque el siempre elegante Steamboat no explicita el nombre del aludido.

El otro es el combate a tres caídas de Clash of the Champions VI, segundo de la mítica trilogía de 1989, y casi desde cualquier punto de vista la mejor pelea de todos los tiempos. Insisto, desde casi cualquier punto de vista, este combate tiene de todo y todo bueno: emoción, técnica, psicología, violencia, storytelling, ritmo, spots… y hasta un final de auténtico infarto. Sesenta minutos que se hacen tan cortos que te hacen incluso anhelar más.

 Ricky en sus años mozos

¿Y qué decir del combate con Randy Savage en Wrestlemania III? Ya no es sólo que robaran el show en un día que estaba destinado a que todo girase en torno a la rivalidad entre Hulk Hogan y André El Gigante (que de todos modos también entraron en la leyenda en aquella velada), sino que se permitieron ofrecer el que quizá sea el combate más influyente de la historia del wrestling. En cuestión de ritmo e intensidad desde el primer hasta el último minuto Savage y Steamboat no es que subieran el listón, es que lo hicieron saltar por los aires. Basta ver los combates que se hacían antes y cómo empezaron a hacerse después. A día de hoy muchas otras peleas la han superado en la lista de las mejores de siempre, sobre todo por los escasos quince minutos de los que dispusieron estos dos grandes. Pero sin ella, todos esos combates posteriores no hubieran sido posibles, incluyendo los del propio Steamboat con Ric Flair en 1989.

El último combate es el que disputó con Chris Jericho en Backlash 2009, después de su breve regreso de aquel año. Es un gran combate y en absoluto sobra, pero se nota muy mucho que Steamboat llevaba 15 años retirado. Casi hasta el último momento aguanta bien el tirón y demuestra que el que tuvo, retuvo. Pero ya hacia el final se le ve absolutamente agotado e incapaz de hacer los moves. Aún así, gran esfuerzo de ambos genios.

En resumidas cuentas, un DVD auténticamente imprescindible para todo aficionado a Ricky Steamboat. O sea, para todo buen aficionado al wrestling. No lo dudéis ni un segundo y haceos con él, malditos.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La experiencia es un grado

Y además es guapo a rabiar... ¡Te echamos de menos, Chris!

No soy nada original si digo que me encanta Chris Jericho. Es uno de los luchadores favoritos de todos, de esos pocos elegidos que trascienden gustos particulares. El tipo es tan completo (técnica depurada, completo dominio de la psicología de ring, storyteller de primera, micro espectacular, carisma a raudales...) que es difícil no ser fan suyo. Y encima, sin duda ha mejorado con los años. Un crack, en resumen.

Personalmente, además tengo otros dos motivos para que me caiga estupendamente. Uno es que, como el que viste y calza, Jericho es un rockero old school de los que ya no quedan (a los que no los hayan visto les recomiendo sus apariciones como presentador en VH1 y MTV). Otro es que cuanto más lo leo, más me convenzo de que Jericho es uno de los luchadores más inteligentes y con la cabeza mejor amueblada. Aún no me he leído sus libros, aunque todo el mundo los pone por las nubes. De momento, me conformo con sus siempre interesantes entrevistas, de las que a menudo puedes extraer auténticas perlas de sabiduría luchística. Un ejemplo más, extraído de la entrevista publicada ayer en lords of pain:

Entrevistador: ¿Qué opinas del estado actual del wrestling profesional? Parece que el monopolio de facto de la WWE lo está perjudicando...
Jericho:  Es una cuestión de experiencia. Creo que mi generación fue una de las mejores porque viajamos por todo el mundo aprendiendo diferentes estilos antes de llegar a la WWE. Ahora hay un montón de chicos que tienen menos de cinco años de experiencia. No creo que yo supiera de verdad, de verdad lo que estaba haciendo en cuanto a hacer reaccionar a una audiencia hasta que volví en 2008. No me entiendas mal, hice un gran trabajo antes de eso, pero no fue hasta entonces que en ciertas noches sentía que era el mejor del mundo. Lleva años llegar a ser verdaderamente grande en algo, y esos chicos no tienen ni siquiera cinco años de experiencia, no digamos ya diez o quince..."
Cuanto más leo, más me reafirmo en que mi diagnóstico sobre los problemas de la WWE actual (extrapolables como ya hemos dicho, a TNA) es bastante acertado. Se carga a los chavales, a gente jovencísima (recordemos lo jóvenes que eran los Randy Orton, Ken Doane o Carlito por poner sólo 3 ejemplos, cuando saltaron a la primera plantilla de WWE), con una responsabilidad para la que no están preparados. Y si no causan un impacto inmediato, se les echa. Claro, la mayoría fracasa. Porque así no se hacen las cosas.

En fin, os recomiendo que leáis el resto de la entrevista, porque no tiene desperdicio. Especialmente la parte que habla de las drogas y las muertes de luchadores, un tema del que antes o después quiero escribir en este blog.

Una generación espléndida sin duda. Que pena da ver estas fotos.

P.D.: A todo esto, el rating de RAW sigue bajando y perdiendo espectadores en su segunda hora. A pesar de ello, ni un mínimo cambio de dirección en el bookeo, por ejemplo dejar de poner a Cena en el main event de RAW. ¿Para qué?

jueves, 3 de noviembre de 2011

Pffffff!

Vince es más gracioso cuando no se lo propone...

Declaraciones del emperador mundial del wrestling (leído en lords of pain.net):

"Vince MacMahon contó por qué el canal de WWE será un éxito, y criticó el canal de Opra Winfrey, al que calificó de fracaso. Vince afirmó que Opra se limitó a poner su nombre a un canal en vez de darle a los fans lo que quieren, un error que la WWE no piensa cometer".
Hay que joderse, lo cínicos que pueden llegar a resultar los ricos. O a lo mejor es que están tan separados de la realidad que no se enteran de nada. O ambas cosas.

Mucho más real, este artículo que os recomiendo, aunque sólo sea porque está en línea con mis tesis sobre el monstruoso fracaso de la WWE en este 2011, especialmente en la cuestión de CM Punk. :-)

martes, 1 de noviembre de 2011

El número de PPV's a debate

¿Se desarrollaría mejor el feud entre estos dos hombres con menos PPV's?

Leo en Solowrestling.com un interesante artículo del siempre estimulante Alex Fernández. En él, el autor defiende que TNA debería reducir a la mitad el número de sus PPV anuales, dejándolo en seis. Argumenta que así habrá más tiempo para desarrollar las storylines y más espacio para la mid y la lowcard, que estarían viendo limitado su tiempo en los Impact! semanales desde que Bruce Pritchard asumiera el cargo de booker principal. Además, afirma, las cifras de venta de los PPV de TNA son tan bajas que de esta forma probablemente crecerían, al haber más expectación y "sensación de exclusividad". O sea, la impresión de que un PPV es mucho más que un programa semanal, algo de lo que TNA siempre ha ido floja, como ya dijese en este blog, y que cada vez es más frecuente en WWE, más que nada por su patético booking (no hay más que ver el lamentable RAW de anoche).

La verdad, no sólo estoy de acuerdo, sino que creo que la WWE debería plantearse hacer lo mismo, y por las mismas razones. En una etapa de fuerte crisis económica, pedir a la gente que se gaste decenas de dólares o euros en PPV's tan flojos como los que a menudo oferta la WWE me parece una estafa, además de un error financiero. Cierto es que las cifras de ventas de PPV's de la WWE siguen proporcionando una enorme rentabilidad a la empresa de los McMahon, y eso cuenta, y mucho, en una gran corporación que tributa en bolsa como la WWE. Pero con cuatro programas semanales, creo que la WWE tiene espacio más que sobrado para desarrollar a toda su plantilla y permitirse reducir drásticamente el número de PPV's.

 Estoy convencido de que con menos PPV los tag team tendrían un espacio más digno en los mismos.

Es verdad, cuando empecé a ver lucha libre y sólo había cuatro PPV anuales y los programas semanales se nutrían de peleas de estrellas contra jobbers, soñaba con más eventos especiales y más combates entre las grandes figuras del roster. Con los años mi deseo se ha visto harto cumplido, pero el resultado, como casi todos los deseos que se hacen realidad, no ha sido el apetecido. Creo que hay que recuperar la sensación de que algo especial va a pasar cuando se acerca un PPV. Y eso sólo es posible reduciendo su número, que recuerdo ha llegado hasta la grotesca cifra de 16 PPV en un sólo año, 2006. Volver atrás en el tiempo, a los años de mi infancia, no creo que sea posible, ni siquiera deseable. Pero con un máximo de ocho PPV anuales, siete más un par de programas especiales tipo "Saturday Night's Main Event" sería mi número ideal, creo que podría recuperarse algo de aquella magia perdida. No creo desde luego que eso supusiera una mejora instantánea, en especial teniendo en cuenta la deriva creativa de WWE, pero sin duda ayudaría. 

¿Y vosotros, qué pensáis al respecto?

martes, 25 de octubre de 2011

No quiero ser pesado...

Que tiempos aquellos. ¿Os acordáis de cuándo CM Punk era la estrella de RAW?

Pero es que tras leer los resultados de Vengance y el pasado RAW se te quitan las ganas de hacer el esfuerzo de verlos. Paso de concederles el beneficio de la duda. Os lo dije y me reafirmo, la WWE no tenía ninguna intención de promocionar a Punk, por mucho que ellos nieguen la mayor. Ya todo es Triple H (que insisto, ha expropiado una storyline que creó CM Punk de la nada), además del Cena-Rock. Vamos, lo que de verdad querían promocionar.

Luego, claro, Del Rio y Punk pierden espectadores. ¿Cómo no los van a perder? Si no les das importancia, si el campeón de la WWE es menos que los de siempre, si no creas una historia chula, si te olvidas que hasta la noche anterior The Miz y R-Truth se supone que eran importantes para lo que estaba pasando y si encima haces que hasta CM Punk se baje los pantalones delante de ese carismático GM que es Lauritaitis mandando definitivamente a paseo su gimmick de rebelde... pues lo normal es que la gente se baje del carro, claro.

Bah, paso.

jueves, 13 de octubre de 2011

Parece que no soy yo solo...

 Ya sé que me repito, pero la ocasión lo merece.

Supongo que ya sabréis la noticia, pero por si acaso la cuelgo, vía Solowrestling:
El WWE Raw del Lunes, 10 de Octubre, marcó una audiencia de 3.25, subiendo así dos décimas respecto a la semana pasada y marcando el dato más alto desde el 15 de Agosto, la noche post-Summerslam. Esto muestra un fuerte interés en el desarrollo de la historia en la que el roster da la espalda a Triple H.

La otra gran historia que se desprende de los datos de audiencia es la caída de un 13% en la audiencia de la segunda hora comparada con la primera. Es la caída más fuerte de los últimos cuatro años.

De forma global, el Raw tuvo 5.02 millones de espectadores. La primera hora tuvo 5.38 millones de espectadores, la más alta desde el 23 de Mayo. La segunda se derrumbó hasta los 4.67 millones, mostrando una clara pérdida de interés en la evolución del show reflejándose en los 700000 espectadores que decidieron cambiar de canal.
O sea, que no soy el único que ve cómo una y otra, y otra, y otra vez la WWE se empeña en destruirse a sí misma, planteando ideas brillantes que al poco pisotea miserablemente. Ahí está la prueba: la gente tenía interés en la storyline de los luchadores en huelga contra Triple H, pero en cuanto vio el monstruoso desastre con el que pretendieron continuar el ángulo, prefirió ver futbol americano. Y el desglose de audiencias cuarto por cuarto confirma esta interpretación.

Exactamente igual que se tenía interés en la historia sobre la salida de CM Punk en primavera, pero la mala gestión de la misma fue haciendo perder espectadores por el camino según avanzó el verano. Y tantas otras veces en los últimos años. Dado el declive continuado de las cifras (de todas: ratings, venta de PPV, asistencia a eventos, entradas a web, precio de las acciones...) de la empresa de los McMahon, parece que tampoco soy el único que está hasta los cojones de que me hagan lo mismo una y otra vez. La paciencia se va acabando, y al final más y más gente acaba mandándoles a tomar vientos. Lo cual debería preocupar, y mucho, a una macrocorporación en la que los números cuentan tanto últimamente.

 Iba a hacer un comentario sobre estrellas y estrellados, pero mejor no caer en más tópicos...

No me sorprende tampoco esta otra noticia que vuelve a contarnos que el guión de RAW se reescribió varias veces... para al final tomar una decisión improvisada y en el último minuto. No es la primera vez que se comenta en los últimos tiempos y viene a confirmar lo que vengo defendiendo desde que abrí este blog: que buena parte de los problemas del wrestling contemporáneo vienen de esta paradójica mezcla de impaciencia y énfasis en el control, tan típica del capitalismo neoliberal. Escribir ocho versiones distintas de un guión para hacer al final lo que se le ocurre al mandamás en el último momento, es que es ridículo. Como los tiempos que vivimos.

En fin. La WWE como metáfora de la vida misma. Al igual que en la vida real, la crisis de la WWE es estructural y no se le ve salida a corto, medio y hasta largo plazo. Y al igual que en la vida real, la única solución que se les ocurre es mantener intactas las recetas que provocan la misma crisis: si el enfermo ha tomado tres litros de jarabe que no sólo no le han curado su gripe, sino que encima le han jodido el sistema digestivo, su problema real no es el que el jarabe no funcione, el problema es que no ha tomado el suficiente jarabe lo suficientemente rápido. Manda cojones.

En la vida real, la crisis del sistema financiero amenaza con arrastrarnos al barro a todos. La crisis de la WWE amenaza con mandar a todo el mundillo del wrestling a freir espárragos. ¿Encontraremos la alternativa a una y otra? Sólo el tiempo lo dirá. Pero la cosa no tiene buena pinta.

Como en todo lo demás, hace falta que en el wrestling se produzca una revolución en toda regla...

martes, 11 de octubre de 2011

Me había prometido no volver a hacerlo...

Así es como deberíamos dejar las audiencias de los shows de WWE: VACÍAS.
 
Sí, ya lo sé. Sé que había jurado y perjurado que no volvería a hacerlo, pero es que el ridículo clama al cielo. Me estoy refiriendo por supuesto al RAW de anoche, enésima vez en el que una buena idea a priori acaba en papel del water. La huelga de luchadores, aunque los motivos eran estúpidos (lo que viene a ser una parodia de las luchas reales que se desarrollan en los USA en estos momentos, cuyas razones supongo la WWE considera igual de estúpidas dado el fachoso sentido del humor que predomina en sus programas), era algo original que tenía buena pinta. Pero en mi estado actual de descreimiento, estaba seguro de que no podía acabar bien. A veces es una mierda tener razón.

En fin, ya veis que la idea ha durado una triste semana. Tan rápido como vino, se ha ido. Aunque, como el Cid Campeador, ha logrado llevarse por delante meses de booking después de muerta: Ahora CM Punk y Triple H son amiguitos, tres meses de Triple H como jefe de operaciones tirados a la basura, lo de Kevin Nash para qué, Vince McMahon vuelve para echar al que le echó (no se sabe en calidad de qué, dado que supuestamente fue "relevado de sus funciones" hace tres meses), Miz y Truth vuelven y ya está, otro Cena-Del Río in the making, los misterios del micrófono y la jaula como si nada, del General Manager anónimo ya nadie ni se acuerda... Un despropósito tras otro, y luego otro.

Quien quiera ver aquí "un plan mayor" que siga engañándose a sí mismo. Por mi parte, sigo en mis trece: que les den.

Jeto de Laurinaitis después de ver el RAW de anoche. ¡Jooooder que espanto!