sábado, 28 de enero de 2012

Noticias breves

Una apuesta al final de la entrada (sé un par de cosas sobre marketing)

Como dije hace un par de entradas, estamos en la temporada clave en el año luchístico, y las noticias se acumulan. Voy a hacer una breve entrada-escoba para tratar algunas cosillas. Como veréis, también voy a trazar una pequeña hoja de ruta de lo que serán los próximos temas a tratar en el blog de aquí seguramente hasta Wrestlemania, aunque los que ya me conocéis sabréis que cambio de planes con frecuencia, así que no os lo toméis como algo escrito en piedra. Vamos allá.

Lo primero, he de reconocer que me está gustando la WWE en las últimas semanas. Sin tirar cohetes, pero sí. Están lejos de engancharme, y estoy demasiado curado de espanto como para dejarme llevar por la ilusión de nuevo, pero al menos han logrado remontar un poquito el lamentable nivel de la segunda mitad de 2011. Me gusta el ángulo de Kane y John Cena. Me gusta el feud de CM Punk y Laurinaitis. Me gusta el misterio en torno a Jericho. Me gusta el reinado de Daniel Bryan como campeón. Me gusta como están creciendo Cody Rhodes y Dolph Ziggler. Me gusta que no tengamos claro el ganador del Rumble. Me gusta que R-Truth y The Miz tengan una storyline midcard. Me gusta que Wade Barrett vuelva a tener cierta importancia, aunque él no me acabe de convencer. Me gusta que Sheamus siga por ahí, aunque tampoco sea su mayor fan. Y parece que va a volver un Orton más agresivo y cabrón y eso también me gusta.

Por supuesto, no me gusta que tengamos que tragarnos ahora que Triple H vaya a echar al hombre que a su vez le echó, rizando de nuevo el rizo de la storyline en torno al control de la WWE. No me gusta que lo que está pasando ahora entre CM Punk y Laurinaitis debió haber sucedido hace siete meses, cuando el de Chicago estaba ultra over como rebelde frente al establishment de la WWE. No me gusta que rompieran Awesome Truth de la noche a la mañana. No me gusta que a pesar de todo Cena siga siendo tan bueno que quiera proteger a Zack Ryder. No me gusta que sigan sin decidirse a construir una división tag y femenina decentes. No me gusta que hayan hecho campeón a Daniel Bryan de un día para otro cuando entre Money in the Bank y TLC no habían hecho nada con él. No me gusta que se tirasen casi todo el año pasado construyendo a Mark Henry como un monstruo heel y como campeón creíble sólo para que ahora vuelva a pasar a cierto ostracismo. No me gusta que hayan promocionado más los combates individuales que el Rumble en sí.

lunes, 23 de enero de 2012

El final se acerca...

Dios, me va a costar acostumbrarme a ver wrestling sin él

Cada época y cada cultura tienen sus propias formas de organizar el tiempo. La influencia de la industria cultural en la nuestra hace inevitable que uno tienda a medir las etapas de su vida en función de la evolución de las modas, las tendencias y los personajes que van pululando por el imaginario colectivo del mundo globalizado. Por ejemplo, la primera vez que tuve consciencia de haber cerrado una etapa de mi vida fue cuando se retiraron Michel y Laudrup. Hasta entonces nunca había asistido a la retirada de unos jugadores que había visto debutar, nunca hasta aquel momento había sido consciente de haber presenciado el ciclo entero de una carrera deportiva. Desde aquel día no puedo evitar reflexionar sobre mi propia vida cuando cuelga las botas un jugador de fútbol o baloncesto al que he visto dar sus primeros pasos. Sientes que envejeces cada vez que pasa.

Claro, eso me pasa también con el wrestling. Sin embargo, hasta ahora ha sido algo distinto, porque la mayor parte de los luchadores que han significado algo en mi vida o bien debutaron antes de que me enamorara del wrestling (Hulk Hogan, Randy Savage, Ric Flair, Bret Hart...), o bien han tenido retiradas algo prematuras por una cosa o la otra (Steve Austin, The Rock, Edge, Batista...). La sensación de ciclo cerrado, de cierre de toda una era, no es tan fuerte para mí. Sin embargo, según nos acercamos a Wrestlemania XXVIII se va haciendo cada vez más aterradoramente real la retirada de The Undertaker. Y eso ya es harina de otro costal. 

Sí, ya sé que dije en otro post que le daba ya por retirado. Pero una cosa es pensarlo y otra experimentarlo, como los problemas que trae escribir un blog. Tío, yo estaba allí el día que The Undertaker debutó en Survivor Series 1990 y aquí voy a estar el día en que definitivamente se marche. Entonces era un niño de once años y hoy soy un hombre de treinta y tres, veintidós largos años entre medias. Y él siempre estuvo allí. Sabías que algún día se marcharía, pero pasaban los años, e incluso las épocas del wrestling, y él permanecía, como una constante. Veintidós largos años. Muchas vidas no duran tanto. Da que pensar.

domingo, 15 de enero de 2012

¡Ya está aquí el Hall of Fame!

Yo también puse esa cara al enterarme de la noticia.

Bueno, pues ya estamos en carrera. Empieza la temporada más excitante para todos los fans del wrestling, la que va desde el principio del nuevo año a Wrestlemania, pasando por el Royal Rumble. Tan especial es que ni los desmanes de la actual WWE consiguen hacernos desistir de nuestra ilusión. Da igual que hace años que ganar el Rumble no sea tan significativo como antes (en los últimos seis años el vencedor sólo ha ido al Main Event de WM una vez, y hace cuatro que no se traduce en un cambio de cinturón). Da lo mismo lo buena o mala que sea la Wrestlemania, si bien en rigor hay que decir que tres de las últimas cuatro han estado bastante bien. Es indiferente lo currado o no que esté el Road to Wrestlemania. De un modo u otro, los fans seguimos esperando con nerviosismo como se desarrollan estos tres meses largos, qué sorpresas nos aguardan, qué feuds y combates pugnarán por entrar en la leyenda. Por desgracia, parece que sólo los die hard fans mantenemos ese interés, porque los ratings no remontan pese a que suelen dar un subidón en esta parte del año. Preocupante, aunque no sorprendente.

En cualquier caso, yo tengo particular devoción por un evento que a otros les parecerá menor: la ceremonia del Hall of Fame. Soy tan fan del Hall of Fame que me compro todos los años el DVD de Wrestlemania sólo por tener la ceremonia completa. No tengo que explicar una vez más mi devoción por las leyendas, ni que decir de nuevo lo mucho que echo de menos el wrestling de eras pasadas, lo cual es de por sí un motivo más que sobrado para que espere con impaciencia la ronda anual de introducidos al Hall of Fame. Pero es que de verdad admiro esta institución tan usamericana.

En general, el respeto por quienes han precedido a las estrellas del presente me parece una de las tradiciones más admirables de los EE.UU. Supongo que responde a esa necesidad de construirse una historia gloriosa que tienen los yankees habida cuenta de su corta vida como país, cuestión que a poco que rascas te das cuenta que sigue produciéndoles cierto complejo de inferioridad respecto a los europeos. También a esa cultura del triunfador, que premia a quién trabaja duro, llega alto y se hace un hueco en la historia por sus propios méritos. Sea como fuere, me parece sanísimo homenajear de ese modo a quienes han destacado brillantemente y han hecho progresar una disciplina, proporcionándoles así una cierta inmortalidad. Es algo que me ha llamado siempre mucho la atención, y que por desgracia no tenemos en España, donde lo habitual es que las únicas figuras que quedan en la memoria pública son las de los poderosos (políticos, reyes o aristócratas por regla general), con independencia de los méritos que acrediten. 

lunes, 9 de enero de 2012

Algo más sobre las parejas

¿Quiénes iban a encabezar si no esta entrada?

Redundando un poco en el último post, llevo unos pocos días repasando algunos combates de parejas de eras pasadas y joder, me reafirmo en la nostalgia. Me gustaría abrir debate, ¿de verdad no interesa ya el wrestling por equipos o es que han hecho que no nos interese a base de marginar esta modalidad de lucha? Como dije en el post anterior, para que el wrestling de tag teams sea exitoso hacen falta parejas de talento, tiempo para desarrollar combates y un buen booking que le de la importancia que merece. Veamos.

En la última década la WWE ha formado equipos como Billy y Chuck, 3 Minute Warning, Los Guerreros, The World Greatest Tag Team, La Resistance, The Basham Brothers, MnM, The Rednecks (Lance Cade y Trevor Murdoch), Paul London y Brian Kendrik, The Pitbulls (Jaime Noble y Kid Kash), Mexicools, The Highlanders, The Blue Bloods (William Regal y Dave Taylor), Cryme Tyme, Deuce'n'Domino, los Major Brothers/Edgeheads (Zack Ryder y Curt Hawkins), The Legacy (Cody Rhodes y Ted Dibiase Jr.), The Dirt Sheet (John Morrison y The Miz), los Hermanos Colón, The Hart Dinasty, The Nexus, The Usos o Air Boom. Es verdad, pocos de ellos tenían potencial para alcanzar el brillo de los grandes tag de antaño, pero sin duda algunos de ellos lo tienen y de forma sobrada. Y de hecho, algunos como The World Greatest Tag Team, MnM, Paul London y Brian Kendrik o The Dirt Sheet han estado muy cerca, y otros como The Hart Dinasty, The Nexus, los Hermanos Colón, The Legacy o The Rednecks tenían calidad más que de sobra para haber peleado por ello. Más aún, sólo con un cuarto de todos estos equipos tendríamos una división por parejas más que decente, de hecho diría que simplemente espléndida.   

Así pues, no es un problema de talento. ¿Será de interés? Mmmm... ¿Acaso no nos moló aquella potente división tag de Smackdown! en la gloriosa época en la que Paul Heyman era su booker principal, allá por 2002-3? No creo que no haya ni un solo fan de la WWE que no vibrase con los enfrentamientos entre Los Guerreros, Edge/Rey Misterio, Chris Benoit/Kurt Angle y The World Greatest Tag Team, que pareció justificar por un momento la extraña idea de tener dos cinturones por parejas diferentes.

miércoles, 4 de enero de 2012

Mis combates favoritos: The Hart Foundation vs. Demolition, Summerslam 1990

Siempre robo las imágenes, pero hoy se va a notar más. 

Dios, cómo hecho de menos el wrestling por equipos. Por alguna estúpida razón, en las últimas dos décadas hemos ido asistiendo a un progresivo declive de una de las tradiciones más antiguas y venerables del wrestling, aunque hayamos presenciado repuntes puntuales como en la WWE de la Era Attitude (aquel memorable feud a tres bandas entre The Dudley Boys, The Hardy Boyz y Edge/Christian) o en los primeros tiempos de TNA. Sin embargo, de un modo u otro el tag team wrestling se nos va muriendo poco a poco sin que nadie sepamos muy bien por qué. Quizá por decisiones más o menos arbitrarias de genios del marketing como Eric Bischoff o un Vince McMahon cada vez más despistado y senil, que han llegado a la conclusión de que los tag teams ya no interesan a nadie. No cabe duda que estos directivos nos han dado mucho, pero es igualmente indudable que por su culpa perdemos mucho. Y a día de hoy no hay mayor mancha en sus respectivos currículums que el ostracismo al que vienen condenando a esta histórica modalidad de lucha.

Si hay que buscar una década que represente lo opuesto al calamitoso estado actual del wrestling por equipos, esa es sin duda la de 1980, la auténtica era dorada de los tag teams. También en eso los 80 son la mejor década de la historia del wrestling. No hay más que ver los impresionantes rosters de tags que tanto la WWF como la WCW lucían en aquel entonces, y lo bien que supieron aprovecharlos con feuds y combates absolutamente memorables. Y lejos de las dos grandes, también se recuerdan aún hoy los legendarios feuds de los Freebirds y los Road Warriors en la AWA, de los propios Freebirds y los Von Erichs en World Class, de los Sheepherders (conocidos como los Bushwackers en la WWF) y los Fabulous Ones en CWA, de los Midnight Rockers (sí, sí, los famosos Rockers de la WWF) con Buddy Rose y Doug Somers también en AWA y un largo etcétera de maravillosos ángulos y peleas que demuestran que con el correcto booking y tags bien formados y talentosos, el wrestling por equipos puede ser tan interesante, llevar tanta gente a los estadios y hacer tanto dinero como el individual.

Como os he contado en alguna ocasión, mi iniciación en esto del wrestling vino de la mano de la WWF de finales de los 80 y principios de los 90 que en España empezó a emitir Tele 5. Así que mi imaginario en esta materia se formó en torno a los tags de aquella añorada época, y principalmente en torno a la gloriosa Hart Foundation, de largo mi equipo favorito de siempre, hoy como entonces. Aquellas ropas rosas y negras, aquella música tan absorbente con su mezcla de guitarras y sintetizadores, las calaveras y los corazones de su escudo, las gafas de sol y las chaquetas con chorreras... Todo en ellos sugería esa mezcla de dureza y delicadeza que les hacía únicos. Eso es una identidad currada, joder.

martes, 3 de enero de 2012

Nueva serie del blog: mis combates favoritos.

Publicidad fraudulenta, lo sé.

¡Hola amigos! Espero que esté yendo bien este 2012. A mí de momento me va estupendo porque sigo de vacaciones, ese privilegio que quizá dentro de poco dejemos de disfrutar... Bueno, no me quiero meter en camisas de once varas así que al grano. Ya sé que en la última entrada de 2011 hablé de presentar argumentos por los que sospecho que el momento histórico del wrestling está empezando a pasar... Pero como de costumbre, he cambiado de parecer. Ya hablaré de ello en un futuro, pero de momento me apetece mucho iniciar una nueva serie de entradas en el blog que en un alarde de originalidad he decidido llamar mis combates favoritos.

¿De qué irá, de qué irá?, se estarán preguntando los lectores hechos un manojo de nervios. Dejad de morderos las uñas, muchachos: es más o menos lo que parece. Pues sí, en las próximas semanas o meses os iré presentando algunos de los combates que más me han marcado, que más veces he visto o que nunca me canso de ver, acompañados de los pertinentes y mordaces comentarios a los que este blogger os tiene bienacostumbrados. 

Eso sí, he decidido que, por regla general, voy a tratar de huir de la obviedad para centrarme en combates más oscuros o menos conocidos. Como todos, tengo entre mis combates predilectos los de Ric Flair y Ricky Steamboat en 1989, el Hogan-Warrior de Wrestlemania VI, el más que mítico encuentro entre Bret Hart y el British Bulldog en Summerslam 1992 o las recientes obras maestras de Shawn Michaels y el Undertaker. Lo contrario sería estúpido y pretencioso, de gafapasta. Pero sobre estas peleas se ha escrito ya tanto que no merece la pena añadir nada más. Por eso mostraré elecciones menos evidentes, por las que generalmente siento debilidad. En más de una ocasión tampoco serán precisamente joyas escondidas, pero las comentaré  porque me parece que puedo aportar algo diferente, o porque creo que a partir de ellas se puede arrojar nueva luz en la forma en la que se ve wrestling hoy día. Lo cual, por cierto, es uno de los objetivos primordiales de este blog.

Mañana mismo cuelgo la primera. ¡Espero que os guste!

    Una "pequeña" pista...