lunes, 25 de julio de 2011

Shawn Michaels “My Journey”, una crítica


Como os dije hace un tiempo, recientemente cinco nuevos DVD han engrosado mi colección. Iré colgando las críticas de todos ellos poco a poco… 

El primero del que me gustaría hablaros es este My Journey, de 2010, si no me fallan las cuentas cuarto DVD que la WWE dedica en exclusiva al gran Shawn Michaels. La verdad es que cuando me enteré de que iba a salir enarqué un poco la ceja… ¿otro DVD de HBK y encima tan pegado a Heartbreak and Triumph? Vale, si hay dos luchadores de los que la WWE puede sacar un DVD tras otro lleno de grandes combates esos sin duda son Shawn Michaels y Ric Flair. Pero, la verdad es que no terminaba de verlo. 

Cierto es, el mentado Heartbreak and Triumph resultó un tanto decepcionante. No sólo es que el documental no estuviera tan a la altura como otros que ha producido la WWE, sino que la selección de combates resultaba francamente cuestionable. En particular, el empeño por colocar el combate de una hora con John Cena en Londres quitaba otros muchos candidatos interesantes, dada su larga duración. No me entendáis mal, es un gran combate, sin duda el mejor del año 2007. Pero sinceramente, me parece que la WWE pensaba más en glorificar a Cena que al propio Michaels. Claro está, un DVD de HBK siempre merece la pena, pero no daba la sensación de ser el DVD definitivo, el broche de oro que un coloso del ring como Shawn Michaels merecía. 

Creo que esa es la razón principal por la que apenas año y medio después, y a las puertas de su retirada definitiva, la WWE nos ofreció este My Journey. El formato es muy diferente a Heartbreak and Triumph. En lugar de un gran documental que va seguido de promos y combates como extras, es el propio Michaels quien, entrevistado por Michael Cole, va rememorando su carrera, ilustrada por un buen número de combates. Ambos están fantásticos. Cole hace unas preguntas sorprendentemente relevantes, que están lejos de quedarse en tópicos o en alabanzas huecas. Por ejemplo, hablando de los primeros tiempos de D-Generation X allá por 1997, Cole dice sin cortarse un pelo que por aquel entonces Shawn no le caía bien. 

El propio Michaels no se queda corto. Sus respuestas son brutalmente sinceras. No hay más que ver el tremendo shoot a Hulk Hogan (y van…) o el cabreo que se coge cuando habla de la preferencia de Vince por los luchadores grandes y fuertes sobre los técnicos. Y por su lado más emocional, cómo casi se echa a llorar hablando de su familia o cómo se traba como un adolescente cuando comenta la profunda amistad que mantiene con Ric Flair. Gran, gran material, merece muchísimo la pena. 

Parece que Shawn y Michael se han hecho muy amigos después de rodar el DVD

El DVD recorre todas las etapas de la ilustre carrera de HBK, desde sus inicios como jobber en World Class a su (entonces) más que cercana retirada tras la obra maestra frente al Undertaker en Wrestlemania XXV. Afortunadamente, nos muestran varios combates de los Rockers, tanto en la AWA como en la WWF, con otros equipos legendarios como los Nasty Boys, Arn Anderson y Tully Blanchard (a los que Michaels agradece haber sido los primeros en recomendarlos para un push ante los oficiales de la WWE) o la mismísima Hart Foundation, que por cierto es mi tag favorito de todos los tiempos. Ya entonces se veía que Janetty era la rueda débil del equipo: sus movimientos eran menos realistas, menos fluidos que los de Michaels. No obstante, Marty era también un gran luchador que quizá mereció mejor suerte en solitario. Juntos formaban un tag espléndido, que debería haber ganado el título (y que de hecho lo ganó, aunque la decisión fue revisada días después y no aparece en los libros de historia). 

La peor parte del DVD es la de sus primeros tiempos en solitario. Nos muestran varios combates de los RAW primigenios en general discretitos, que casi sólo merecen la pena por recordar la atmósfera de aquellos primeros años del programa bandera de la WWE. La verdad es que resulta extraño porque en la parte de las entrevistas Cole y Shawn hablan de un combate importante en la carrera de HBK (por ejemplo las defensas de su primer campeonato WWE ante British Bulldog y Mankind en sendos In Your House) y luego nos llevan a otro que no tiene nada que ver, generalmente bastante peor. Supongo que se debe a que esos combates se encuentran en otros DVD y la WWE prefiere hacernos pasar por caja otra vez… 

En particular me sorprende la mala química que tenía con el British Bulldog, siendo ambos tan buenos luchadores. En el DVD nos ponen dos combates entre ellos, bastante parecidos entre sí por cierto, y en ninguno de los dos llegan a cuajar una faena de aliño. Igualmente, el combate con su amigo Sean Waltman (entonces 1-2-3 Kid) tampoco es el mejor que ambos tenían dentro, aunque es curioso por ver a HBK haciendo un Gorilla Press Slam, la única vez que recuerdo habérselo visto. Sorprendentemente Michaels dice estar orgulloso de los tres… 

Lo que Shawn ha hecho en la primera década del siglo XXI está a la altura de bien pocos...

Lo mejor del DVD está, como en la propia carrera de Shawn, en la parte dedicada a los 2000. La verdad es que lo que ha hecho HBK en esta década es simplemente legendario. Sinceramente, viendo este DVD me reafirmo en decir que el Shawn Michaels de los 90, siendo buenísimo, no era tan completo. Le faltaba a veces elegancia, psicología y adaptación a los rivales, especialmente aquellos más lentos que él (o sea, casi todos). En los 2000 este defecto no sólo había desaparecido, sino que HBK había dado un salto de calidad sencillamente gigantesco en este sentido. Tengo la impresión que su propio cambio personal -recordemos que los cuatro años que pasa alejado de los rings por lesión son también los de su matrimonio, paternidad y madurez, alejándose de los vicios y egoísmos que habían marcado su primera década en solitario- tuvo mucho que ver aquí… 

Sea como fuere, desde el combate con el Taker en Royal Rumble’98 hasta el final del DVD cae una obra maestra tras otra. Tenía bastante olvidada la pelea con Flair en Bad Blood 2003, y la verdad es que es una joya. Los primeros 10 minutos son un ejemplo de psicología de estos dos gigantes de la historia del wrestling, una lección sobre cómo vender una historia y meter al público en un combate. Mención aparte a los que quizá sean los dos mejores combates de la historia de Wrestlemania: ante Kurt Angle en Wrestlemania XXI y de nuevo frente a Undertaker en Wrestlemania XXV. Cuesta quedarse con uno de los dos, porque ambos son perfectos, cada uno en su estilo. El de Angle es técnicamente más fino, y te deja con la boca abierta desde el primer minuto al último. Pero el del Taker es más realista, y qué demonios, el Dead Man es uno de mis luchadores favoritos, así que personalmente me quedo con ese. Pero vamos, es escoger entre Jabugo o Guijuelo… ¡Los dos! 

Tenemos además dos combatazos con Chris Jericho. Primero, su sobresaliente pelea en Wrestlemania XIX, auténtico show stealer aquel año. El segundo, aquel brutal brawl en Unforgiven 2008 que prácticamente puso punto y final a su asombroso feud de aquel año, para mí como para muchos el feud de la década. Cinco años después del primer combate ambos parecen aún mejores luchadores, más maduros, más fieros, mejores storytellers. La repera vamos. La forma en que venden su odio mutuo es sencillamente wrestling puro (esto sí). La verdad, y sin ánimo de meterme en más camisas de once varas, no veo a casi ningún joven luchador llegando a esas alturas hoy día

Cuesta mucho ver esta intensidad en las nuevas superstars...

Me sobra en medio de tantos combates excelsos el que incluyen con Triple H. Y da hasta coraje, porque ambos nos han dado unas cuantas peleas de antología que sin embargo la WWE parece resistirse a editar en DVD. No alcanzo a entender por qué nos cuelan un combate del montón sacado de uno de esos aburridos Tribute to the Troops que todos los años promueve la empresa de Connecticut, cuando podían haber redondeado un DVD histórico con el Last Man Standig de Royal Rumble 2004 o el Hell in a Cell del Bad Blood de aquel mismo año, dos peleas más que recomendables. En fin, supongo que querían destacar la vena patriótica de HBK, pero la verdad es que a los no yankees estas cosas nos la refanfinflan bastante. 

Otro buen combate que se queda fuera y hubiera dado un salto de calidad aún mayor al DVD es aquel que Michaels mantuviera con Shelton Benjamin en un RAW de 2005. Pero supongo que no había espacio para más. En última instancia el DVD es simple y llanamente brutal. Si no fuera porque la cantidad de combates increíbles que contiene From the Vault es insana, diría que es el mejor DVD de Shawn Michaels que la WWE ha producido. Tiene defectos, como hemos comentado, pero sus virtudes los compensan ampliamente. Sólo por los comentarios entre HBK y Cole ya merece la pena pillarlo, así que no os lo penséis dos veces, compradlo o bajadlo -personalmente me da igual- y disfrutad del legado de un titán grande como pocos en la historia de este bendito circo. 

¡¡¡GRACIAS SHAWN!!!


2 comentarios:

Adolfo dijo...

No sé si te refieres al combate con Shelton Benjamin en el que Shawn le da la superkick cuando Shelton viene desde el otro lado del ring. Un finalazo. Shelton es un gran wrestler pero le falta demasiado carisma para contar algo sobre el ring, lo cual le sobraba a HBK. Los dos últimos WM fueron la releche, la demostración de dos grandes talentos de como crear algo en el ring que va más allá de un intercambio de golpes.
Un saludo.

Jose Antonio Cerrillo dijo...

Ése, ese es. Yo también creo que Benjamin no daba para más digan lo que digan algunos. Quizá por rachas la wwe pudiera haberle usado mejor, pero no tenía lo que hay que tener para llegar a main eventer.

Y sí, lo que HBK y el Taker demostraron en esos dos combates es que esta forma de hacer wrestling se está perdiendo a pasos agigantados...