No sería la primera vez que resurgiera de sus cenizas...
Desde que escribí la entrada sobre la retirada del Taker no hago más que pensar en una posibilidad que no había tenido en cuenta: ¿y si no fuera a retirarse este año?
Yo he dado por hecho que esta sería su última Wrestlemania por dos razones. Primera, porque lleva casi doce meses tratando de recuperarse de un solo combate. Segunda, que de ganar otra vez en el evento más grande del mundo del wrestling (que lo hará) dejará su marcador en 20-0, un número redondo, ideal para dar carpetazo a su ilustre y brillantísima carrera.
Pero, ¿y si aún le queda gasolina?, ¿y si le preservan sólo para unos pocos momentos seleccionados cada año, uno de ellos Wrestlemania claro está? Cuesta creerlo. Cuesta creer que su cuerpo vaya a dar para tanto y que el mismo Deadman acepte ser una caricatura de sí mismo. Cuesta creer que se arriesguen a que padezca una lesión grave. Porque además, si le mantienen no va a ser para un solo año más, sino como poco para que llegue a Wrestlemania XXX. Y quedan más de dos años para eso. Demasiado arriesgado creo yo.
Claro que todo es posible en la WWE. Espero que esta vez no, porque no quiero ver a otro de mis ídolos arrastrando su leyenda machacada por la edad y los dolores.