lunes, 13 de febrero de 2012

Y a todo esto...

No sería la primera vez que resurgiera de sus cenizas...

Desde que escribí la entrada sobre la retirada del Taker no hago más que pensar en una posibilidad que no había tenido en cuenta: ¿y si no fuera a retirarse este año? 

Yo he dado por hecho que esta sería su última Wrestlemania por dos razones. Primera, porque lleva casi doce meses tratando de recuperarse de un solo combate. Segunda, que de ganar otra vez en el evento más grande del mundo del wrestling (que lo hará) dejará su marcador en 20-0, un número redondo, ideal para dar carpetazo a su ilustre y brillantísima carrera.

Pero, ¿y si aún le queda gasolina?, ¿y si le preservan sólo para unos pocos momentos seleccionados cada año, uno de ellos Wrestlemania claro está? Cuesta creerlo. Cuesta creer que su cuerpo vaya a dar para tanto y que el mismo Deadman acepte ser una caricatura de sí mismo. Cuesta creer que se arriesguen a que padezca una lesión grave. Porque además, si le mantienen no va a ser para un solo año más, sino como poco para que llegue a Wrestlemania XXX. Y quedan más de dos años para eso. Demasiado arriesgado creo yo.

Claro que todo es posible en la WWE. Espero que esta vez no, porque no quiero ver a otro de mis ídolos arrastrando su leyenda machacada por la edad y los dolores.

martes, 7 de febrero de 2012

La racha


Hágase la luz, pase otra víctima.

Quizá haya otros aficionados veteranos que puedan corregirme, pero no recuerdo que nadie hablase demasiado de la racha imbatido del Deadman en el evento más grande del año hasta el 10-0 contra Ric Flair en Wrestlemania X-8. Hasta ese momento no se le prestaba demasiada atención. La presencia del Taker siempre ha sido un atractivo en el cartel de WM, claro. Pero hasta aquel año, la posibilidad de emborronar el inmaculado curriculum de The Phenom en la Superbowl del wrestling no suponía valor añadido alguno. Es natural. Al fin y al cabo, hay muchos luchadores que no han perdido en Wrestlemania y nadie parece reparar en ello. Rob Van Dam y Earthquake nunca fueron derrotados en el evento de eventos, por ejemplo. Edge llegó a estar 5-0, pero no fue hasta 2006 que este hecho empezó a usarse en storylines (curiosamente, después perdió durante cuatro años consecutivos). No es algo que se haya planificado, simplemente sucedió. Hasta que todos nos dimos cuenta de lo que significaba llevar un 10-0, y la cosa empezó a adquirir vida propia.

Como tantas otras cosas en la carrera del Taker, no puedo evitar sospechar que la racha ha sido cuestión de suerte. De hecho, podría haber acabado antes de empezar. Las leyendas cuentan que el bookeo original de Wrestlemania VIII contemplaba que el Ultimate Warrior venciese limpiamente a nuestro querido Deadman (¡quién se iba a imaginar entonces que el Taker iba a acabar teniendo un legado muy superior al del Warrior!). Pero los imponderables hicieron que todos los planes para aquella Wrestlemania se reescribiesen a última hora, y que un Phenom recién cambiado a face se las viera con el cara de piedra de Jake "The Snake" Roberts, que entonces apuraba sus últimos momentos en la empresa de los McMahon. Y de ahí a la eternidad...

Desde Wrestlemania X8, como decía, la cuestión de la racha empezó a adquirir los tintes épicos que hoy nos son tan familiares. Y ha obligado a los creativos a enfocar de otro modo las rivalidades del Deadman en el acontecimiento central de la temporada luchística. Ya no es tan factible lanzarle el grandullón de turno para que el Taker le machaque y mandar a la gente contenta a casa, que es lo que de un modo u otro había sucedido hasta 2002. No, nadie se tragaría que un Great Khali, un Viscera o un Brodus Clay pudiera quitarle el invicto al Deadman. La racha perdería valor y dejaría de dar tantos dólares, que es de lo que va todo esto en última instancia.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Reflexiones de urgencia sobre el Rumble

El spot curioso de cada Rumble. Los jodíos siempre consiguen colarte una.

Bueno, pues ya he visto el Rumble y el RAW posterior y se imponen algunos comentarios. Sobra decir que a partir de aquí hay spoilers, así que quién no lo haya visto y quiera mantener el suspense, que se lea la entrada en una semana (no voy a decir que no la lea, claro). ¿Estamos todos? Bien.

En general me ha parecido un evento correcto, sin más. El combate del world heavyweight championship bien, deja de nuevo en buen lugar a Daniel Bryan. El de CM Punk y Dolph Ziggler muy bueno, aunque me da rabia que no les dieran diez minutos más para echar la casa abajo, porque cada vez que se encuentran saltan chispas. Sobre todo si usan esos diez minutos en dos combates no anunciados y que no interesaron a absolutamente nadie. En fin, dejémoslo de lado, porque es de esas cosas en las que parece que la WWE encalla una y otra vez, inasequible al fracaso. Como digo, con diez minutos más, Punk y Ziggler habrían dado el primer candidato a combate del año (si no lo es ya este), y cojones, a Dolph le hubiera venido de perlas para elevar su estatus definitivamente a candidato creíble. Le veo ganando Money in the Bank en Wrestlemania, a él o a Cody Rhodes, los dos luchadores que, junto al propio Bryan, más están creciendo en los últimos tiempos.

Lo de Cena y Kane... bueno, el combate estuvo bien a secas. Lo que me sigue molando es la historia que están desarrollando los dos, y que progresó adecuadamente tanto en el Rumble como en RAW. Tengo curiosidad por ver a dónde la llevan, aunque insisto en que no será a un turn heel del Marky Mark del wrestling. De hecho, mucho me temo que acabarán haciendo que Cena salga fortalecido del trance, habiendo superado su lado oscuro, un poco como una versión cutre de Star Wars o del Batman de Arkham Asylum. Pero por el momento me tienen intrigado.

sábado, 28 de enero de 2012

Noticias breves

Una apuesta al final de la entrada (sé un par de cosas sobre marketing)

Como dije hace un par de entradas, estamos en la temporada clave en el año luchístico, y las noticias se acumulan. Voy a hacer una breve entrada-escoba para tratar algunas cosillas. Como veréis, también voy a trazar una pequeña hoja de ruta de lo que serán los próximos temas a tratar en el blog de aquí seguramente hasta Wrestlemania, aunque los que ya me conocéis sabréis que cambio de planes con frecuencia, así que no os lo toméis como algo escrito en piedra. Vamos allá.

Lo primero, he de reconocer que me está gustando la WWE en las últimas semanas. Sin tirar cohetes, pero sí. Están lejos de engancharme, y estoy demasiado curado de espanto como para dejarme llevar por la ilusión de nuevo, pero al menos han logrado remontar un poquito el lamentable nivel de la segunda mitad de 2011. Me gusta el ángulo de Kane y John Cena. Me gusta el feud de CM Punk y Laurinaitis. Me gusta el misterio en torno a Jericho. Me gusta el reinado de Daniel Bryan como campeón. Me gusta como están creciendo Cody Rhodes y Dolph Ziggler. Me gusta que no tengamos claro el ganador del Rumble. Me gusta que R-Truth y The Miz tengan una storyline midcard. Me gusta que Wade Barrett vuelva a tener cierta importancia, aunque él no me acabe de convencer. Me gusta que Sheamus siga por ahí, aunque tampoco sea su mayor fan. Y parece que va a volver un Orton más agresivo y cabrón y eso también me gusta.

Por supuesto, no me gusta que tengamos que tragarnos ahora que Triple H vaya a echar al hombre que a su vez le echó, rizando de nuevo el rizo de la storyline en torno al control de la WWE. No me gusta que lo que está pasando ahora entre CM Punk y Laurinaitis debió haber sucedido hace siete meses, cuando el de Chicago estaba ultra over como rebelde frente al establishment de la WWE. No me gusta que rompieran Awesome Truth de la noche a la mañana. No me gusta que a pesar de todo Cena siga siendo tan bueno que quiera proteger a Zack Ryder. No me gusta que sigan sin decidirse a construir una división tag y femenina decentes. No me gusta que hayan hecho campeón a Daniel Bryan de un día para otro cuando entre Money in the Bank y TLC no habían hecho nada con él. No me gusta que se tirasen casi todo el año pasado construyendo a Mark Henry como un monstruo heel y como campeón creíble sólo para que ahora vuelva a pasar a cierto ostracismo. No me gusta que hayan promocionado más los combates individuales que el Rumble en sí.

lunes, 23 de enero de 2012

El final se acerca...

Dios, me va a costar acostumbrarme a ver wrestling sin él

Cada época y cada cultura tienen sus propias formas de organizar el tiempo. La influencia de la industria cultural en la nuestra hace inevitable que uno tienda a medir las etapas de su vida en función de la evolución de las modas, las tendencias y los personajes que van pululando por el imaginario colectivo del mundo globalizado. Por ejemplo, la primera vez que tuve consciencia de haber cerrado una etapa de mi vida fue cuando se retiraron Michel y Laudrup. Hasta entonces nunca había asistido a la retirada de unos jugadores que había visto debutar, nunca hasta aquel momento había sido consciente de haber presenciado el ciclo entero de una carrera deportiva. Desde aquel día no puedo evitar reflexionar sobre mi propia vida cuando cuelga las botas un jugador de fútbol o baloncesto al que he visto dar sus primeros pasos. Sientes que envejeces cada vez que pasa.

Claro, eso me pasa también con el wrestling. Sin embargo, hasta ahora ha sido algo distinto, porque la mayor parte de los luchadores que han significado algo en mi vida o bien debutaron antes de que me enamorara del wrestling (Hulk Hogan, Randy Savage, Ric Flair, Bret Hart...), o bien han tenido retiradas algo prematuras por una cosa o la otra (Steve Austin, The Rock, Edge, Batista...). La sensación de ciclo cerrado, de cierre de toda una era, no es tan fuerte para mí. Sin embargo, según nos acercamos a Wrestlemania XXVIII se va haciendo cada vez más aterradoramente real la retirada de The Undertaker. Y eso ya es harina de otro costal. 

Sí, ya sé que dije en otro post que le daba ya por retirado. Pero una cosa es pensarlo y otra experimentarlo, como los problemas que trae escribir un blog. Tío, yo estaba allí el día que The Undertaker debutó en Survivor Series 1990 y aquí voy a estar el día en que definitivamente se marche. Entonces era un niño de once años y hoy soy un hombre de treinta y tres, veintidós largos años entre medias. Y él siempre estuvo allí. Sabías que algún día se marcharía, pero pasaban los años, e incluso las épocas del wrestling, y él permanecía, como una constante. Veintidós largos años. Muchas vidas no duran tanto. Da que pensar.

domingo, 15 de enero de 2012

¡Ya está aquí el Hall of Fame!

Yo también puse esa cara al enterarme de la noticia.

Bueno, pues ya estamos en carrera. Empieza la temporada más excitante para todos los fans del wrestling, la que va desde el principio del nuevo año a Wrestlemania, pasando por el Royal Rumble. Tan especial es que ni los desmanes de la actual WWE consiguen hacernos desistir de nuestra ilusión. Da igual que hace años que ganar el Rumble no sea tan significativo como antes (en los últimos seis años el vencedor sólo ha ido al Main Event de WM una vez, y hace cuatro que no se traduce en un cambio de cinturón). Da lo mismo lo buena o mala que sea la Wrestlemania, si bien en rigor hay que decir que tres de las últimas cuatro han estado bastante bien. Es indiferente lo currado o no que esté el Road to Wrestlemania. De un modo u otro, los fans seguimos esperando con nerviosismo como se desarrollan estos tres meses largos, qué sorpresas nos aguardan, qué feuds y combates pugnarán por entrar en la leyenda. Por desgracia, parece que sólo los die hard fans mantenemos ese interés, porque los ratings no remontan pese a que suelen dar un subidón en esta parte del año. Preocupante, aunque no sorprendente.

En cualquier caso, yo tengo particular devoción por un evento que a otros les parecerá menor: la ceremonia del Hall of Fame. Soy tan fan del Hall of Fame que me compro todos los años el DVD de Wrestlemania sólo por tener la ceremonia completa. No tengo que explicar una vez más mi devoción por las leyendas, ni que decir de nuevo lo mucho que echo de menos el wrestling de eras pasadas, lo cual es de por sí un motivo más que sobrado para que espere con impaciencia la ronda anual de introducidos al Hall of Fame. Pero es que de verdad admiro esta institución tan usamericana.

En general, el respeto por quienes han precedido a las estrellas del presente me parece una de las tradiciones más admirables de los EE.UU. Supongo que responde a esa necesidad de construirse una historia gloriosa que tienen los yankees habida cuenta de su corta vida como país, cuestión que a poco que rascas te das cuenta que sigue produciéndoles cierto complejo de inferioridad respecto a los europeos. También a esa cultura del triunfador, que premia a quién trabaja duro, llega alto y se hace un hueco en la historia por sus propios méritos. Sea como fuere, me parece sanísimo homenajear de ese modo a quienes han destacado brillantemente y han hecho progresar una disciplina, proporcionándoles así una cierta inmortalidad. Es algo que me ha llamado siempre mucho la atención, y que por desgracia no tenemos en España, donde lo habitual es que las únicas figuras que quedan en la memoria pública son las de los poderosos (políticos, reyes o aristócratas por regla general), con independencia de los méritos que acrediten. 

lunes, 9 de enero de 2012

Algo más sobre las parejas

¿Quiénes iban a encabezar si no esta entrada?

Redundando un poco en el último post, llevo unos pocos días repasando algunos combates de parejas de eras pasadas y joder, me reafirmo en la nostalgia. Me gustaría abrir debate, ¿de verdad no interesa ya el wrestling por equipos o es que han hecho que no nos interese a base de marginar esta modalidad de lucha? Como dije en el post anterior, para que el wrestling de tag teams sea exitoso hacen falta parejas de talento, tiempo para desarrollar combates y un buen booking que le de la importancia que merece. Veamos.

En la última década la WWE ha formado equipos como Billy y Chuck, 3 Minute Warning, Los Guerreros, The World Greatest Tag Team, La Resistance, The Basham Brothers, MnM, The Rednecks (Lance Cade y Trevor Murdoch), Paul London y Brian Kendrik, The Pitbulls (Jaime Noble y Kid Kash), Mexicools, The Highlanders, The Blue Bloods (William Regal y Dave Taylor), Cryme Tyme, Deuce'n'Domino, los Major Brothers/Edgeheads (Zack Ryder y Curt Hawkins), The Legacy (Cody Rhodes y Ted Dibiase Jr.), The Dirt Sheet (John Morrison y The Miz), los Hermanos Colón, The Hart Dinasty, The Nexus, The Usos o Air Boom. Es verdad, pocos de ellos tenían potencial para alcanzar el brillo de los grandes tag de antaño, pero sin duda algunos de ellos lo tienen y de forma sobrada. Y de hecho, algunos como The World Greatest Tag Team, MnM, Paul London y Brian Kendrik o The Dirt Sheet han estado muy cerca, y otros como The Hart Dinasty, The Nexus, los Hermanos Colón, The Legacy o The Rednecks tenían calidad más que de sobra para haber peleado por ello. Más aún, sólo con un cuarto de todos estos equipos tendríamos una división por parejas más que decente, de hecho diría que simplemente espléndida.   

Así pues, no es un problema de talento. ¿Será de interés? Mmmm... ¿Acaso no nos moló aquella potente división tag de Smackdown! en la gloriosa época en la que Paul Heyman era su booker principal, allá por 2002-3? No creo que no haya ni un solo fan de la WWE que no vibrase con los enfrentamientos entre Los Guerreros, Edge/Rey Misterio, Chris Benoit/Kurt Angle y The World Greatest Tag Team, que pareció justificar por un momento la extraña idea de tener dos cinturones por parejas diferentes.