Una apuesta al final de la entrada (sé un par de cosas sobre marketing)
Como dije hace un par de entradas, estamos en la temporada clave en el año luchístico, y las noticias se acumulan. Voy a hacer una breve entrada-escoba para tratar algunas cosillas. Como veréis, también voy a trazar una pequeña hoja de ruta de lo que serán los próximos temas a tratar en el blog de aquí seguramente hasta Wrestlemania, aunque los que ya me conocéis sabréis que cambio de planes con frecuencia, así que no os lo toméis como algo escrito en piedra. Vamos allá.
Lo primero, he de reconocer que me está gustando la WWE en las últimas semanas. Sin tirar cohetes, pero sí. Están lejos de engancharme, y estoy demasiado curado de espanto como para dejarme llevar por la ilusión de nuevo, pero al menos han logrado remontar un poquito el lamentable nivel de la segunda mitad de 2011. Me gusta el ángulo de Kane y John Cena. Me gusta el feud de CM Punk y Laurinaitis. Me gusta el misterio en torno a Jericho. Me gusta el reinado de Daniel Bryan como campeón. Me gusta como están creciendo Cody Rhodes y Dolph Ziggler. Me gusta que no tengamos claro el ganador del Rumble. Me gusta que R-Truth y The Miz tengan una storyline midcard. Me gusta que Wade Barrett vuelva a tener cierta importancia, aunque él no me acabe de convencer. Me gusta que Sheamus siga por ahí, aunque tampoco sea su mayor fan. Y parece que va a volver un Orton más agresivo y cabrón y eso también me gusta.
Por supuesto, no me gusta que tengamos que tragarnos ahora que Triple H vaya a echar al hombre que a su vez le echó, rizando de nuevo el rizo de la storyline en torno al control de la WWE. No me gusta que lo que está pasando ahora entre CM Punk y Laurinaitis debió haber sucedido hace siete meses, cuando el de Chicago estaba ultra over como rebelde frente al establishment de la WWE. No me gusta que rompieran Awesome Truth de la noche a la mañana. No me gusta que a pesar de todo Cena siga siendo tan bueno que quiera proteger a Zack Ryder. No me gusta que sigan sin decidirse a construir una división tag y femenina decentes. No me gusta que hayan hecho campeón a Daniel Bryan de un día para otro cuando entre Money in the Bank y TLC no habían hecho nada con él. No me gusta que se tirasen casi todo el año pasado construyendo a Mark Henry como un monstruo heel y como campeón creíble sólo para que ahora vuelva a pasar a cierto ostracismo. No me gusta que hayan promocionado más los combates individuales que el Rumble en sí.
Pero en fin, hay que ser pragmático, aceptar que las cosas son así, que la WWE no va a superar sus problemas sistémicos, o al menos no se vislumbra que vaya a hacerlo pronto. Yo ya he tomado esa decisión, disfrutar lo disfrutable asumiendo que no va a conseguir llenarme y que con toda probabilidad, acabará mal. Hay que aceptar que ver la WWE hoy día es como ser del Atlético de Madrid, o como diría mi compa Adolfo, del Sporting de Gijón: sufres mucho, disfrutas poco, pero no puedes dejar de hacerlo porque llevas en esto toda la vida y sabes que seguramente lo harás hasta que palmes. A todos los que somos de equipos digamos sin aspiración firme a títulos, las pequeñas alegrías (derrotar al Madrid o al Barça, llegar a semis de la copa, quedar por delante de la Real, no descender...) acaban sabiendo a gloria. En el wrestling no es para tanto, pero algo de eso hay.
En fin, como digo me gusta Kane en su versión ¿10.0?, ¿235.0? Cada cierto tiempo, la WWE reconstruye a Kane (y al Big Show y a Mark Henry) como amenaza poderosa y terrorífica, eso que por su envergadura, fuerza y talento debería ser siempre. Como es muy bueno, siempre nos lo acabamos tragando. La cosa no suele durar, y el pobre Kane no tarda mucho en volver a jobbear, a ser humillado por los rivales y al poco a rebajar su estatus con midcarders de medio pelo. Esta vez no creo que sea diferente, ya lo veremos después de que Cena lo deje para enfrentarse a The Rock. Admirable lo del bueno de Glen Jacobs.
Hablando de Cena, la storyline con Kane llega con años de retraso en mi opinión. Tengo intención de escribir una entrada al respecto, así que no me enrollo mucho más. Su personaje de héroe americano está absolutamente quemado a mi entender desde 2006, aunque en el pasado 2011 ha tocado suelo. Como en todo lo demás, la WWE ha ido perdiendo las sucesivas oportunidades de darle un giro interesante. La última en el famoso feud contra los Nexus en el año 2010, un ángulo que funcionó estupendamente durante casi todo aquel año pero que se cerró horriblemente mal. Ojo, no se trata de un turn heel que estoy casi seguro no llegará hasta que deje de vender entradas. Sólo de sacudirse de ese estúpido gimmick de marine rapero amigo de los niños. En fin, ya os digo que profundizaré sobre ello en un futuro cercano (espero).
Por supuesto, no me gusta que tengamos que tragarnos ahora que Triple H vaya a echar al hombre que a su vez le echó, rizando de nuevo el rizo de la storyline en torno al control de la WWE. No me gusta que lo que está pasando ahora entre CM Punk y Laurinaitis debió haber sucedido hace siete meses, cuando el de Chicago estaba ultra over como rebelde frente al establishment de la WWE. No me gusta que rompieran Awesome Truth de la noche a la mañana. No me gusta que a pesar de todo Cena siga siendo tan bueno que quiera proteger a Zack Ryder. No me gusta que sigan sin decidirse a construir una división tag y femenina decentes. No me gusta que hayan hecho campeón a Daniel Bryan de un día para otro cuando entre Money in the Bank y TLC no habían hecho nada con él. No me gusta que se tirasen casi todo el año pasado construyendo a Mark Henry como un monstruo heel y como campeón creíble sólo para que ahora vuelva a pasar a cierto ostracismo. No me gusta que hayan promocionado más los combates individuales que el Rumble en sí.
Enésima reconstrucción de Kane como monstruo destructor. Como todas, consigue acojonarnos. Como todas, no durará.
Pero en fin, hay que ser pragmático, aceptar que las cosas son así, que la WWE no va a superar sus problemas sistémicos, o al menos no se vislumbra que vaya a hacerlo pronto. Yo ya he tomado esa decisión, disfrutar lo disfrutable asumiendo que no va a conseguir llenarme y que con toda probabilidad, acabará mal. Hay que aceptar que ver la WWE hoy día es como ser del Atlético de Madrid, o como diría mi compa Adolfo, del Sporting de Gijón: sufres mucho, disfrutas poco, pero no puedes dejar de hacerlo porque llevas en esto toda la vida y sabes que seguramente lo harás hasta que palmes. A todos los que somos de equipos digamos sin aspiración firme a títulos, las pequeñas alegrías (derrotar al Madrid o al Barça, llegar a semis de la copa, quedar por delante de la Real, no descender...) acaban sabiendo a gloria. En el wrestling no es para tanto, pero algo de eso hay.
En fin, como digo me gusta Kane en su versión ¿10.0?, ¿235.0? Cada cierto tiempo, la WWE reconstruye a Kane (y al Big Show y a Mark Henry) como amenaza poderosa y terrorífica, eso que por su envergadura, fuerza y talento debería ser siempre. Como es muy bueno, siempre nos lo acabamos tragando. La cosa no suele durar, y el pobre Kane no tarda mucho en volver a jobbear, a ser humillado por los rivales y al poco a rebajar su estatus con midcarders de medio pelo. Esta vez no creo que sea diferente, ya lo veremos después de que Cena lo deje para enfrentarse a The Rock. Admirable lo del bueno de Glen Jacobs.
Hablando de Cena, la storyline con Kane llega con años de retraso en mi opinión. Tengo intención de escribir una entrada al respecto, así que no me enrollo mucho más. Su personaje de héroe americano está absolutamente quemado a mi entender desde 2006, aunque en el pasado 2011 ha tocado suelo. Como en todo lo demás, la WWE ha ido perdiendo las sucesivas oportunidades de darle un giro interesante. La última en el famoso feud contra los Nexus en el año 2010, un ángulo que funcionó estupendamente durante casi todo aquel año pero que se cerró horriblemente mal. Ojo, no se trata de un turn heel que estoy casi seguro no llegará hasta que deje de vender entradas. Sólo de sacudirse de ese estúpido gimmick de marine rapero amigo de los niños. En fin, ya os digo que profundizaré sobre ello en un futuro cercano (espero).
Como otros muchos millones de personas, estoy deseando ver esto en Wrestlemania (por si acaso IRONIC MODE OFF)
Otra entrada en la que llevo tiempo pensando, pero que la WWE me está obligando a escribir, concierne al uso de famosos en el wrestling. Viene a cuenta, claro, del rumor que apunta a que la leyenda de la NBA Shaquille O'Neal podría enfrentarse al Big Show en Wrestlemania. O tío, otra pérdida de tiempo de veinte o treinta minutos que podían aprovechar los verdaderos profesionales. Me duele además porque soy superfan de O'Neal, lo he sido incluso antes de que fichara por mis amados Lakers, y lo he sido incluso después. Me jode que sea él quien nos de un combate absurdo que contrariamente a lo que la WWE piensa no va a servir para atraer más público al wrestling, como no ha servido de nada lo de Mickey Rourke, Snooki, Donald Trump o Floyd Mayweather en las últimas Wrestlemanias. Volveremos sobre ello.
En fin, en relación al Rumble y a Wrestlemania tengo una sensación incómoda. Por una parte, creo que todo está bastante más abierto de lo que parece y que la WWE tiene una buena ocasión entre manos para sorprendernos y ofrecer un gran producto en los próximos dos meses y medio. Respecto al Rumble por ejemplo, todos piensan que lo ganará o bien Chris Jericho, o bien Randy Orton. Sin embargo, me da la impresión de que la cosa no está tan clara, y que hay bastantes posibilidades de que haya una victoria sorpresa de Triple H, el Taker, o incluso un The Rock regresado (lo de Brock Lesnar sería demasiado bueno para ser real). Y me pasa lo mismo con toda la cartelera de Wrestlemania, tengo el palpito de que puede ser muy diferente a lo que se está rumoreando hasta el momento.
Por otro lado, no puedo evitar pensar que la WWE acaba siendo bastante previsible y que lo planeado suele terminar por cumplirse, incluso aunque hagan un giro inesperado aquí y allá para dar apariencia de imprevisibilidad. De una forma o de otra, las aguas suelen volver a su cauce, en este caso lo esperado: Jericho u Orton ganan el Rumble, tercer Triple H-Taker en Wrestlemania, etc. Así que quizá esté proyectando mis deseos en intuiciones. De hecho, probablemente sea eso lo que esté sucediendo. Soy pesimista, sí. Tengo mis razones.
Quizá no tardemos en ver esta imagen de nuevo. Hasta aquí puedo leer.
Y hablando de ese más que posible HHH-Taker en Wrestlemania, he recibido un feedback muy bueno respecto a la anterior entrada, centrada en el Deadman. Justo es decirlo, estoy bastante orgulloso de ella, que no va mal un poco de autobombo de vez en cuando. Como habréis visto, la retirada del Taker es algo que me afecta incluso personalmente. En cualquier caso, justo es también reconocer que, como siempre, fue una entrada que preveía fuese más corta y no centrada totalmente en su carrera, pero que se me fue de las manos, aunque fuera para bien. En realidad quería debatir quién debía ser el último rival del Deadman en Wrestlemania, pero una cosa llevó a la otra y... Bueno, ya me conocéis. La buena noticia es pues que hay otra entrada dedicada al Taker por venir, que si la autoridad competente no lo impide, será la próxima.
Por cierto, cometí un grave error al final del post. Dije que cuando el Taker se retire, Triple H será el último representante de la vieja escuela que quede en la WWE, lo cual deja de lado que también sigue por ahí Chris Jericho, más ahora que ha vuelto. Un olvido imperdonable, menos mal que ya había hablado bien de él en el blog, que si no pensaríais que le tengo manía. En todo caso, por gorda que sea la metedura de pata no afecta al argumento central, porque de un luchador a dos tampoco es que cambie todo precisamente, más cuando ambos son ya bastante veteranos.
Una última cosa: como he dicho antes brevemente, me gusta el reinado de Daniel Bryan como campeón. Os confieso que no le veo para tanto como la gente dice, y que desde luego no me parecía oportuno que le hicieran campeón tan pronto. No por él, sino porque no estaba lo suficientemente over, ni habían hecho gran cosa para venderle como campeón creíble. Ahora, es cosa ya asumida que la WWE está decidida a poner el carro delante de los bueyes construyendo a los luchadores a base de darles títulos mundiales, en vez de construirles como luchadores primero para hacerles campeones después, que es lo lógico y lo que se ha hecho toda la vida. Y como es lo que hay, pues he de decir que el tipo está dando la talla y que la WWE lo está bookeando medianamente bien. Está teniendo un reinado potable, Daniel está respondiendo, la storyline con el Big Show y Mark Henry no está mal y lo está dejando en buen lugar, y lo que es más importante, los ratings están siendo buenos.
Está casi de más decir lo importante que sería para el futuro de Bryan llegar como campeón a Wrestlemania, tener un buen rival -y para ser más claro, Randy Orton- y que le den tiempo suficiente como para desarrollar un combate que pueda robar el show esa noche. Si lo hiciesen, y Bryan estuviera a la altura de las circunstancias, ni qué decir tiene que daría un salto cuántico como luchador.
Pues con todo y con eso, una apuesta: va a perder el cinturón antes de Wrestlemania. Y después no van a hacer mucho más con él. Como Swagger, Sheamus o Miz antes que él.
Perdonadme si soy pesimista, pero tengo mis razones.
Una última cosa: como he dicho antes brevemente, me gusta el reinado de Daniel Bryan como campeón. Os confieso que no le veo para tanto como la gente dice, y que desde luego no me parecía oportuno que le hicieran campeón tan pronto. No por él, sino porque no estaba lo suficientemente over, ni habían hecho gran cosa para venderle como campeón creíble. Ahora, es cosa ya asumida que la WWE está decidida a poner el carro delante de los bueyes construyendo a los luchadores a base de darles títulos mundiales, en vez de construirles como luchadores primero para hacerles campeones después, que es lo lógico y lo que se ha hecho toda la vida. Y como es lo que hay, pues he de decir que el tipo está dando la talla y que la WWE lo está bookeando medianamente bien. Está teniendo un reinado potable, Daniel está respondiendo, la storyline con el Big Show y Mark Henry no está mal y lo está dejando en buen lugar, y lo que es más importante, los ratings están siendo buenos.
¡Ouch! Lo digo más que nada por el probable futuro de Daniel...
Está casi de más decir lo importante que sería para el futuro de Bryan llegar como campeón a Wrestlemania, tener un buen rival -y para ser más claro, Randy Orton- y que le den tiempo suficiente como para desarrollar un combate que pueda robar el show esa noche. Si lo hiciesen, y Bryan estuviera a la altura de las circunstancias, ni qué decir tiene que daría un salto cuántico como luchador.
Pues con todo y con eso, una apuesta: va a perder el cinturón antes de Wrestlemania. Y después no van a hacer mucho más con él. Como Swagger, Sheamus o Miz antes que él.
Perdonadme si soy pesimista, pero tengo mis razones.
4 comentarios:
Recién llegado a Buffalo te cometo que entiendo tu escepticismo en torno a wwe. Estamos hablando de unos señores capaces de encumbrar a un muy buen luchador (pongamos del Río) para luego no saber que hacer con él (del Río again). Mañana veremos que pasa en RR, evento que no me pienso perder y que es mi favorito. Un abrazo
Ese corresponsal en yankeelandia! Ya me contarás cómo es eso de ver los PPV (y más un Rumble!) a la hora de la cena en vez de quedarse toda la noche sin dormir.
Como verás, tu Sporting no levanta cabeza. Puxa!
Ni la levantará, jeje.
Para empezar este royal rumble ha sido una m... total, dónde está Jericho? ¿Qé ha hecho? ¿Y Punk?, horrible y el Cena vs Kane? bufff. Menos mal que ayer llegó el Taker pero reconozco que otro match contra HHH me aburre soberanamente, a no ser que vuelva el HBK o Lesnar haga algún movimiento. A lo mejor las palmaditas de HHH son en plan, no sabes lo que te viene majete. Por cierto, ver la Rumble pirata en los USA, complicado que te cagas. Cada dos minutos me cortaban la señal y decían que incumplía el copyright y tal... me veo preso. Un saludo
Bueno, me reservo las opiniones sobre el Rumble, que va a haber entrada al respecto.
Eso sí: TRIPLE H ES DIOS! Blasfemo!
Ten cuidao con el pirateo, que allí con la ley no bromean, y menos con inmigrantes (no lo digo en coña).
Saludos!
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