sábado, 1 de octubre de 2011

TNA: El fracaso de la era Hogan-Bischoff


Hogan-Bischoff, dos hombres desesperados.

TNA ya tenía todos los problemas de los que hablaba en la entrada anterior, pero encima los ha empeorado hasta el infinito desde la llegada de Hulk Hogan y Eric Bischoff al mando de la compañía. Con el agravante de que han tirado por la borda buena parte de lo bueno que tenían, que será objeto de la siguiente entrada del blog. Desde luego, se veía venir porque ¿de verdad pretendían llegar a algo con Scott Hall, Sean Waltman, The Nasty Boys y Val Venis a comienzos del siglo XXI? (no digamos ya con Orlando Jordan). Todos los fichajes de la pareja, hasta los más deslumbrantes (Mr. Anderson, RVD, Flair, los Hardy...) han resultado un fracaso descomunal, siendo incapaces de levantar los ratings y la compra de PPV más allá de unas pocas décimas.

Lo cual demuestra una vez más que Bischoff sigue equivocado en un punto en el que lleva estancado desde mediados de los 90. Ya en aquellos años en los que Ted Turner decidió darle las riendas de la WCW Bischoff argumentaba que el problema de la empresa estaba en la ausencia de superestrellas que la gente identificara, razón por la cual se lanzó a gastar un dineral en fichar a antiguos luchadores de la WWF de los 80. Y sin embargo, ni con Hulk Hogan y Randy Savage en plantilla fue capaz de superar a la WWF, no hasta que se le ocurrió la idea de la NWO. Y pocos años después, una WWF con un roster escuálido y lleno de desconocidos y midcarders fue capaz de machacar a una WCW saturada de estrellas, con audiencias televisivas que dejaban las que había hecho la empresa de Turner durante su breve reinado a la altura de una triste teletienda. Lo cual viene a demostrar que en el wrestling lo más importante es ofrecer un producto de calidad y adecuado a la época y no la profundidad de la plantilla, aunque, claro está, esto también sea importante.

Con todo esto y mucho más, la WCW se fue al carajo. Y hay que agradecérselo a los que iban a salvar TNA...

Aplíquese lo mismo a la TNA actual. A ver, ni Hulk Hogan, ni Sting, ni Ric Flair, ni Kurt Angle, ni Mick Foley, ni los dos Hardy Boyz, ni Rob Van Dam, ni Kevin Nash, ni Scott Hall, ni Scott Steiner, ni Jeff Jarrett, ni Booker T han conseguido dar un buen empujón de popularidad a TNA. ¿Falta de estrellas? No tio, falta de calidad, pura y simplemente. Falta de capacidad para generar interés en la peña, nada más que eso. Y todavía hay gente que dice que si TNA firmase a Goldberg o al Ultimate Warrior... de verdad, es para partirse la caja.

Como bien dice el maestro Tito, según se iba haciendo más y más evidente que la era Hogan-Bischoff estaba encaminada al fracaso, la ansiedad se ha ido apoderando del booking de TNA. Se alternan ideas que se pretenden novedosas con el eterno retorno a la fórmula conocida, aunque no siempre exitosa, como a veces se pretende incluso contra toda evidencia (como la WWE devolviendo una y otra vez el campeonato a John Cena, como si con él al frente los ratings no declinaran). Por un lado promocionando a Crimson más allá de lo razonable, por otro volviendo a enfrentar a Hogan y Sting. Por una parte haciendo un más que tímido intento de recuperar la X-Division (que ellos mismos se habían cargado), por otra imponiendo un ritmo más lento a los combates, como si eso fuera a mejorarlos por sí mismos.

Vince Russo, tercera rueda del equipo que va camino de despeñar a TNA. Encima en chandal y chanclas. Así es que no se puede, no se puede...

A Hogan y Bischoff podemos añadir un tercer nombre: Vince Russo, aunque él fuese booker principal de TNA bastante antes de que ellos llegasen. Los tres están desesperados y se nota. Y lo están porque el crédito se les agota. Como es bien sabido, son los tres mosqueteros que lograron lo que parecía imposible: hundir hasta la desaparición a la empresa con el roster más profundo de la historia del wrestling, no hace falta que repita cuál es. Todos sabemos lo monstruoso que fue aquel fracaso, la cantidad de momentos vergonzosos que se produjeron y las desastrosas consecuencias que ha traído para el conjunto del mundillo. Ahora tenían una segunda oportunidad de demostrar que sus respectivos éxitos en los 90 con la WWF y la WCW no habían sido producto de la casualidad. Que su talento seguía ahí...

El resultado, como estamos viendo, está lejos de ser el apetecido. O siguiendo el argumento, el tiempo y el crédito se les ha terminado. Y eso que no eramos pocos los que sospechábamos que era el desenlace más probable. Con Bound for Glory a la vuelta de la esquina, el ya conocido anuncio de la retirada de Hulk Hogan y los constantes rumores de su marcha y la de Bischoff tras el PPV más importante de la compañía (el despido de Russo se lleva barruntando varios meses) parece que se podría abrir una nueva era en TNA, la enésima en apenas una década de historia. ¿Podría ser la buena?, ¿podría por fin dejar atrás todo el crap que nos lleva ofreciendo hace tantos años?, ¿podrá al fin presentar una competencia creíble a WWE?

No lo sé. Pero sé que ahora mismo la WWE es vulnerable y que desde luego la cosa no mejorará si no tienen otra empresa de wrestling apretándoles detrás. Así que por el bien de todos los aficionados, espero que así sea. Si Hogan, Bischoff y/o Russo siguen... bueno no creo que me arriesgue mucho si digo que TNA nunca levantará cabeza.


¿El PPV del cambio? Perdónenme si soy escéptico...

CONTINUARÁ

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